Así lo ha señalado el consejero en una comisión parlamentaria, solicitada por el PSN, en la que ha remarcado que el Fondo Foral de Vivienda Social tiene como objetivo "atender a las personas que se encuentren en una situación de riesgo de exclusión social y que precisen de amparo público porque, de otro modo, en ningún caso podrían acceder a una vivienda de modo normalizado".

Ha remarcado así que "conviene evitar la posible confusión del Fondo Foral de Vivienda Social con la actual oferta pública de vivienda protegida en la Comunidad foral, gestionada por Nasuvinsa a través de un censo único de solicitantes que pueden resultar adjudicatarios de una vivienda en régimen de compra-venta, arrendamiento o alquiler con opción a compra, en función de la voluntad expresada por el usuario y del baremo obtenido".

Según ha indicado Aierdi, el Fondo Foral de Vivienda Social "se ha visto favorecido en estos últimos cinco años, afortunadamente, por el creciente esfuerzo que ha realizado en esta materia el Gobierno foral, desde los principios de la función social -y no sólo patrimonial- que debe tener la vivienda y del reconocimiento del derecho a la vivienda para todas las personas".

En este sentido, ha destacado que "durante estos últimos cinco años de los programas adscritos al Fondo Foral de Vivienda Social, se han desprendido experiencias exitosas y muy satisfactorias que ilustran cómo el acceso a una vivienda, en la medida en que aporta autonomía personal, hábitos rutinarios, convivenciales y vida normalizada a las personas destinatarias de estos programas, y siempre que forme parte de un programa o itinerario residencial y social, puede actuar como un factor clave en los procesos de inserción y normalización social".

Ha explicado el consejero que el número de viviendas asignadas a este fondo social del Gobierno de Navarra, gestionado en colaboración con distintas entidades y colectivos sociales, "se ha multiplicado por cuatro en estos últimos cinco años, al pasar de las 34 viviendas que estaban adscritas en 2014 a las 133 que están actualmente registradas".

En cuanto a su titularidad, ha precisado que 38 pertenecen a las antiguas casas de camineros, 13 viviendas han sido cedidas por el Ayuntamiento de Pamplona, 23 han sido aportadas por el Gobierno foral y las 59 restantes son propiedad de la sociedad pública Nasuvinsa. Y ha adelantado que durante el 2020 el fondo superará las 150 viviendas, con la incorporación de nuevas viviendas, fundamentalmente en el ámbito rural.

En el marco de "este constante proceso de consolidación", Aierdi ha anunciado "la reciente ampliación de los recursos residenciales de dos programas concretos, en primer término, la incorporación de una cuarta vivienda más al programa Housing First para atención de personas sin techo, cuya gestión corresponderá a la Fundación Xilema".

Y en segundo lugar, la incorporación de una segunda vivienda destinada al programa de acompañamiento a menores extranjeros no acompañados, situada concretamente en Tierra Estella, que se suma a la existente ya en la Comarca de Pamplona. Esta vivienda será gestionada mediante convenio de arrendamiento con la UTE Zakan, la agrupación formada por las fundaciones Xilema e Ilundáin y concertada por el Gobierno de Navarra para este fin.