Buena noticia para el peatón, mala, posiblemente, para el conductor que desea entrar con su vehículo hasta las entrañas de la capital. Pero la peatonalización de calles en Bilbao continúa adelante de forma inexorable.

Esta vez, el turno es para una de las vía más céntricas: Ledesma. Se trata de una vía de bares y tiendas, que tiene vida propia y que, por lo tanto, su peatonalización permitirá previsiblemente que se convierta en una de las zonas más activas para el poteo y las compras.

Este martes se cerró al tráfico, salvo para carga y descarga. Las obras concluirán antes de Navidad, si se cumplen los plazos previstos. A partir de ahí, cambiará la fisonomía de la vía. Los hosteleros tienen pensado sacar a las aceras sus terrazas, cada vez más en boga en Bilbao.

Para ello, el mobiliario urbano estará colocado en el centro de la calle, dejando libre los dos lados tanto para la circulación de peatones como para las terrazas. Otra de las consecuencias de las obras es que se eliminarán 40 plazas de aparcamiento en la calle.

El dinero destinado a esta actuación, 615.000 euros, es una cantidad importante, tal y como admiten en el Ayuntamiento bilbaíno. Pero esperan que merezca la pena. La fisonomía de Lesesma tendrá un rasgo parecido al de la calle Diputación.

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