Hace unos días un jugador de hockey canadiense llamado Anthony Beauvillier desató un seguramente involuntario intento de romance con la actriz Anna Kendrick, cuando en Twitter le escribió un escueto: "Hola". 

Pero eso bastó para que usuarios de todo el mundo vieran una oportunidad para la chanza y comenzaran a tuitear citando a la nominada al Oscar de 34 años, contándole las supuestas hazañas del jugador, intentando "vendérselo". 

No funcionó. Pero Anna Kendrick se echó unas buenas risas, como ella misma afirmó cuando respondió a todos los mensajes asegurando habérselo pasado en grande con las respuestas al tuit del jugador y que "fue su entretenimiento en los últimos días". "Gracias a todos por entretenerme con las historias verídicas del heroísmo de este hombre". 

Y si eso no fue suficiente muestra de su desinterés por un nuevo romance, estos días la actriz y su novio Ben Richardson se han dejado ver por las calles de Los Ángeles cogidos de la mano y sonrientes, tras salir del cine, algo que muchos han interpretado como una muestra más de que su corazón está ocupado.