En un comunicado, explican que, después del "enésimo ataque" a la sede, consideran que la petición es "adecuada" y confían en que "sea concedida con el fin de salvaguardar la seguridad".

Según explican, "no es la primera vez que se comete un acto vandálico pero quizá este es especialmente grave" pues se ha producido la noche en que se celebraba el acto institucional de la Diada de Mallorca en el Teatre Principal, una celebración a la que Vox "no asistió por celebrarse el 31 de diciembre en vez del 12 de septiembre" y "por vincular su celebración al catalán".

El presidente de Vox Baleares, Jorge Campos, ha señalado que "a Vox se le tacha de extremista cuando no acude a determinados actos que son un nido de pancatalanistas pero quienes reciben lo peor de ese extremismo somos nosotros". "La señora Catalina Cladera con sus descalificaciones y su mensaje de odio a Vox nos ha puesto en el punto de mira de los extremistas y nos han agredido", ha asegurado.

Según Campos, "eso mismo hace la presidenta del Gobierno balear, Francina Armengol, y el alcalde de Palma, José Hila, cada uno desde su institución".

VOX considera que este tipo de actuaciones están "fuera de toda lógica" y que "rociar de pintura negra" las partes de la sede que son accesibles desde la calle es "una muestra de extremismo" por parte de quien la realiza.