La resolución de la Agencia Valenciana de la Energía (AVEN) , que entra en vigor este martes, señala que el consumo de energía en los hogares de la Comunitat Valenciana puede reducirse significativamente mediante la utilización de equipos de alta eficiencia energética, y en particular de los etiquetados con la clase A o superior.

Sin embargo, estos equipos más eficientes energéticamente tienen un precio superior al precio medio de mercado, si bien su consumo energético a lo largo de toda su vida útil es inferior, y por tanto menor la factura energética que tendrá que pagar el consumidor.

Entre los aparatos electrodomésticos susceptibles de ayuda figuran los frigoríficos y aparatos combinados, congeladores, lavadoras y lavavajillas de clase A o superior y, como novedad, los hornos y las encimeras de inducción, siempre con la correspondiente sustitución del aparato antiguo.

Los comercios adheridos a este plan tendrán obligaciones como la de retirar los electrodomésticos de la vivienda y llevarlos a un gestor de residuos autorizado sin coste adicional para el beneficiario final, y hacer el descuento de la ayuda en el momento de la venta.

Las ayudas pueden oscilar entre los 70 euros en el caso de los hornos de clase A, y los 125 euros de los frigoríficos y aparatos combinados de una o dos puertas y los congeladores de clase A o superior.

Según fuentes de la Conselleria, gracias a este programa los valencianos han incorporado, en los dos últimos años, 130.000 electrodomésticos de alta eficiencia energética, lo que supone un ahorro energético equivalente al consumo de 10.200 familias y un ahorro económico cercano a los 5,6 millones de euros al año.

Además, al consumir menos energía se dejan de emitir más de 12.246 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera cada año.

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