Instituciones Penitenciarias ha dictado una orden interna para extremar la vigilancia en las prisiones españolas después de que en los cuatro días del puente de la Constitución, ocho presos murieran en diversas circunstancias, informa El País.

En especial, serán vigilados los presos con tendencias suicidas o riesgo de autolesionarse y también el tráfico de estupefacientes, para evitar muertes por sobredosis.

Este 2019 han muerto 132 reclusos en las cárceles que dependen de Interior (las prisiones catalanas son de gestión de la Generalitat) y otros 50 murieron en hospitales. Del total, 77 murieron por causas naturales, 53 por sobredosis y 41 por suicidios.

Así, Instituciones Penitenciarias ha puesto desde el día 18 una campaña para prevenir la entrada de droga, ya que han detectado que uno de cada cinco presos muertos por sobredosis acababa de comunicarse con sus familiares o volvía de permiso.

Se efectuarán cacheos integrales, incluidos al desnudo, sobre todo con los presos que regresan de permiso. Además, quieren organizar la entrega de medicamentos prescritos a los presos de tal manera que la cantidad sea la menor posible.

Prisiones considera que las Navidades "son especialmente difíciles para aquellas personas internadas" y en especial "para aquellos internos que presenten conductas de riesgo".