Las cámaras de El programa de Ana Rosa viajan a los lugares más remotos del mundo. Un reportero y un cámara del programa se ha trasladado a varias aldeas de la selva profunda en México para, junto a la Fundación Iberdrola, llevar la electricidad a cientos de personas que conocen por primera vez la luz eléctrica.

En México cerca de 1,5 millones de personas no disponen de electricidad. En ocasiones, la existencia de estos asentamientos se desconoce por parte del gobierno de México lo que dificulta que lleguen las ayudas. 

A 12.000 kilómetros de Madrid, los periodistas emprenden un viaje entre algunas de las zonas más peligrosas de la selva mexicana para ayudar a sus pobladores. Estos asentamientos sirven de tránsito para algunas rutas de droga, lo que unido a la falta de luz, convierte la vida de estas personas en un día a día lleno de peligros. 

Tras recorrer varios kilómetros los reporteros llegan a la comunidad Chiquiluapa donde la Fundación Iberdrola ya había instalado placas solares para abastecer a todo el asentamiento. Los aldeanos contaban contentos su primera experiencia con la luz eléctrica y que esta ayuda supone una oportunidad para la seguridad y futuro de sus hijos. 

Finalmente, las cámara de AR llegaban a El Jobo una aldea que nunca había tenido suministro eléctrico. La instalación de placas solares supone un cambio de vida para estas personas ya que aportan ciertas comodidades en el día a día de los aldeanos. 

Económicamente, supone un alivio para estas personas ya que las velas son el producto más caro, suponiendo alrededor de 300 pesos (14 euros) al mes en los gastos de estas familias. Ahora, el gasto se reduce a unos 3 euros y medio para el mantenimiento de las placas solares.