Soplos en el corazón: qué son, riesgos y tratamiento

  • Un soplo en el corazón no es una enfermedad cardíaca.
  • Los expertos diferencian entre soplos sistólicos, diastólicos y continuos.
Soplo en el corazón
Los soplos en el corazón suelen ser benignos.
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Soplo en el corazón

Los soplos en el corazón, también conocidos como soplos cardíacos, hacen referencia a las vibraciones que produce el flujo sanguíneo cuando pasa por el corazón o los vasos sanguíneos más grandes. Esto es algo completamente normal y, por eso, tener un soplo no significa que se sufra enfermedad alguna.

Desde la Fundación Española del Corazón advierten que "la mayoría de los soplos no suelen tener ninguna trascendencia [...] y son más fáciles de oír en niños, mujeres y en personas delgadas". Esto es debido a que una de sus causas suele ser el aumento del flujo sanguíneo. Cuando esto es así suele identificarse a estos soplos como funcionales.

Sin embargo, los soplos pueden surgir, también, cuando la sangre atraviesa alguna válvula estrecha o que tiene algún defecto congénito. Por eso, la Fundación Española del Corazón indica que, muchas veces, el soplo "es útil para diagnosticar dónde está el problema y qué severidad tiene".

Riesgos de un soplo al corazón

Para evaluar los riesgos que puede tener un soplo al corazón, la Sociedad Española de Imagen Cardíaca diferencia entre soplos sistólicos, diastólicos y continuos. En cada uno de ellos puede detectarse algunos problemas concretos que afecten a la salud del paciente. 

Empezaremos por los soplos sistólicos que pueden ser funcionales o alertar de alguna anomalía. Por esta razón, se diferencian hasta tres tipos de soplos que recoge el Manual MSD.

  • Soplos de eyección: están relacionados con la estenosis aórtica o pulmonar. Pueden aparecer durante el embarazo como "soplos de eyección suave". Sin embargo, su intensidad puede hacer que aparezca anemia.
  • Soplos de reflujo: suelen alertar de una insuficiencia mitral o tricuspídea que manifiestan un flujo retrógrado y anormal. Se necesitan varias pruebas y maniobras para localizarlo.
  • Soplos de cortocircuitos: surgen en el sitio donde se produce el cortocircuito que puede ser el conducto arterioso permeable o las comunicaciones interventriculares.

Los soplos diastólicos, por su parte, siempre son anormales. Su presencia suele alertar de una insuficiencia aórtica o pulmonar. También, puede manifestarse por una estenosis mitral o tricuspídea.

Por último, los soplos continuos también son siempre anormales y se pueden deber a diferentes defectos cardíacos. La gran mayoría suelen estar relacionados con la hipertrofia de los ventrículos izquierdo y derecho.

¿Cuáles son sus causas?

Las causas de la mayoría de los soplos cardíacos funcionales son completamente normales. Pero, el problema surge con aquellos que alertan de la presencia de alguna afección. En estos casos, la Fundación Española del Corazón indica como posibles razones las siguientes:

  • Origen congénito, es decir, de nacimiento.
  • Infecciones de garganta producidas por estreptococos.
  • Infecciones del corazón, como la endocarditis.
  • Envejecimiento de los tejidos debido a enfermedades degenerativas.
  • Hipertensión.
  • Aumento de hormonas tiroideas.

Diagnóstico y tratamiento

Para diagnosticar un soplo se recomienda realizar la ecocardiografía Doppler. Como bien indica la Sociedad Española de Imagen Cardíaca, esta "nos da información precisa sobre la velocidad y dirección del flujo sanguíneo". No obstante, se pueden requerir otro tipo de pruebas como radiografía de tórax o un cateterismo cardíaco.

Tras el diagnóstico, el médico puede resolver no iniciar ningún tratamiento si el soplo es normal o funcional. Sin embargo, en los casos en los que este es anormal, como indica la Fundación Española del Corazón, puede "ser necesario utilizar medicamentos o procedimientos de tratamiento quirúrgicos, o bien un cateterismo que solucione el problema".

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