Boeing sustituye a su consejero delegado tras los accidentes mortales de su avión 737 Max en Indonesia y Etiopía

Boeing 737-800, Avión Air Europa, Recurso, archivo,
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AIR EUROPA - Archivo
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Boeing ha anunciado este lunes el cese de su hasta ahora consejero delegado, Dennis Muilenburg, que será sustituido en el cargo a partir del 13 de enero por el actual presidente, David L. Calhoun, que continuará como miembro del consejo, en medio de la crisis que padece el gigante aeronáutico.

Según ha informado la compañía en un comunicado antes de la apertura de Wall Street, Muilenburg "renunció a sus cargos" de consejero delegado y director del consejo "con efecto inmediato", por lo que el director financiero de Boeing, Greg Smith, ocupará este puesto de forma interina hasta que Calhoun renuncie a sus compromisos no relacionados con Boeing. 

Los cambios en la cúpula del fabricante aeronáutico se producen mientras la compañía lucha por recuperar la confianza de los reguladores, los clientes y el público tras los dos accidentes mortales de su avión más vendido, el 737 Max, un modelo que no cuenta aún con el permiso de los reguladores para prestar servicio.

El cambio será efectivo en enero de 2020

Al abrir la Bolsa de Nueva York, los inversores acogieron bien la reestructuración de Boeing, que lideraba las ganancias del Dow Jones con un ascenso de cerca del 3,5 % a los 30 minutos de la apertura de la sesión.

En definitiva, la junta directiva de Boeing ha nombrado al actual presidente de la compañía, David L. Calhoun, como CEO y presidente a la vez, lo que tendrá efecto a partir del 13 de enero del próximo año. 

Calhoun seguirá siendo miembro de la junta, mientras que Lawrence W. Kellne, también miembro de la junta pasará a ser presidente no ejecutivo con efecto inmediato. 

El director financiero de Boeing, Greg Smith, tendrá las atribuciones de CEO interino durante el breve período de transición, mientras que Calhoun renuncia a sus compromisos no relacionados con Boeing. 

Boeing confía en el futuro del 737 Max

"El consejo de administración decidió que era necesario un cambio de liderazgo para restaurar la confianza en el avance de la compañía a medida que trabaja para reparar las relaciones con los reguladores, los clientes y todas las demás partes interesadas", aseveró Boeing en su comunicado. 

Bajo los cambios en su equipo deirectivo, "Boeing operará con un compromiso renovado de total transparencia, incluida una comunicación efectiva y proactiva con la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés), otros reguladores globales y sus clientes". 

Calhoun afirmó en la nota de Boeing: "Creo firmemente en el futuro de Boeing y el 737 Max. Me siento honrado de liderar esta gran compañía y a los 150.000 empleados dedicados que están trabajando arduamente para crear el futuro de la aviación".

Un futuro complicado: demandas e investigaciones

Pero delante tiene un panorama difícil, sobre todo desde la decisión del consejo de paralizar a partir de enero la producción del 737 MAX, cuyos dos siniestros en Indonesia y Etiopía se achacan a un problema de su software de navegación. 

La preocupación va más allá del devenir del 737 MAX, su avión más vendido, ya que 2020 será un año en que deberá enfrentarse a demandas e investigaciones por el fallo en su software relacionado con los dos accidentes mortales -346 fallecidos- que tuvieron lugar en Indonesia (2018) y Etiopía (2019). 

Las malas previsiones han llevado a las agencias de calificación a poner en revisión la nota de la deuda de Boeing, que por ahora mantiene en lo que podría traducirse como notable, lo que puede ahondar sus problemas financieros. 

Según fuentes próximas a la dirección de Boeing citadas por The Wall Street Journal, la junta directiva afronta esta profunda remodelación para mejorar la comunicación, particularmente con la Administración Federal de Aviación y los reguladores, para evitar los roces de los últimos meses y evitar que problemas de entendimiento no retrasen aún más la puesta en funcionamiento del 737 MAX. 

Consecuencias en España

Aunque resulte paradójico, una menor producción de Boeing también puede tener efectos negativos en España y Europa.

En España la parada del 737 MAX tiene impacto en las factorías de Airbus en El Puerto de Santa María (Cádiz) y en Tablada (Sevilla), y a algunas empresas auxiliares como Alestis, que fabrican alguna parte o pieza que usan los aparatos del fabricante estadounidense.  

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