Fuera por este hecho o no, la alegría se refleja en los vecinos de La Era Alta. Alrededor de la panadería de Loli López se forman animadas tertulias mañaneras para hacer repaso al pueblo. Se quejan de la falta de servicios, pero siempre lo hacen con una sonrisa en la boca. «Es una pedanía a la que le faltan muchos servicios y muchos comercios», cuenta la panadera.

«No hay guarderías ni ferreterías y el autobús que va a La Arrixaca pasa cada dos horas. Creo que, como mínimo, debería pasar cada hora», explica López.

También hay problemas con el correo. «A mí no me llegan bien las cartas. Tardan mucho y se equivocan. Además, cada mes cambian al cartero, que muchas veces me deja en el portal de mi casa la correspondencia de los vecinos para que yo la reparta. Tampoco hay taxis y un viaje de Murcia a La Era Alta por la noche te puede costar unos 20 €», dice José Belchí.

Otros que llegaron al pueblo por casualidad buscan una oportunidad para salir de él. «A La Era Alta le faltan contenedores de reciclaje y un supermercado grande. A mí la pedanía no me gusta nada. Estoy aquí porque me costó barata mi casa, pero si me toca la lotería me voy echando chispas», cuenta Mari Trini Sánchez.

Mientras, la jubilada Candelaria Marín cuenta que muchas zonas están sin alcantarillado y que el pediatra sólo acude los miércoles».

El pedáneo, Antonio Orenes (PP), asegura que no hay más comercios «por culpa de los centros comerciales. La gente va a comprar allí». Sobre las próximas mejoras en el pueblo, «se van a asfaltar varias calles, se va a poner adoquín y aceras en otras tantas y se va a entubar la acequia Almohajar».

Una pedanía que fue ayuntamiento

El origen de la Era Alta pudo ser la alquería de Tel Alquibir, de la que el profesor Torres Fontes señala que Tel significa meseta y Alquibir, grande. Esta alquería perteneció al rey Sayyid Abu Said y tras la conquista cristiana del Reino de Murcia se le concedió al prior del monasterio de Cornellá de Conflento, aunque, en 1271 se vendió al poblador Arnaldo de Molins. En los primeros años del siglo XVIII se tienen noticias de un pequeño caserío que ya es conocido como Era Alta. Con el Trienio Liberal (1821-1823), la pedanía logró ser ayuntamiento. Volvió al seno de Murcia en 1846.