La furgoneta ya estaba ardiendo cuando comenzó a desplazarse

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La furgoneta incendiada en la que fallecieron dos niños en la localidad conquense de Quintanar del Rey estaba
estacionada en una pendiente, por la que se fue deslizando hasta chocar contra un bordillo y acabó explotando.

Martín Febrián, alcalde del municipio manchego, que fue testigo del suceso ha explicado que el vehículo ya estaba ardiendo cuando se desplazaba calle abajo y al topar con un bordillo, la furgoneta estalló originando unas llamas que alcanzaron los veinticinco metros de altura.

Asimismo ha relatado que el automóvil tenía menos de un año de antigüedad, y que fue estacionada por el padre de los menores en el aparcamiento de la empresa 'Sustratos Ecológicos Quintanar', situada a la altura del kilómetro 40 de la N-320, a tres kilómetros del centro urbano del pueblo y en dirección a Tarazona de La Mancha (Albacete).

Así, poco antes de las cinco de la tarde, el padre de los niños, Hugo Florencio Pillajo, de Ecuador, dejó a sus hijos dentro del vehículo que estacionó en una cuesta con el frontal hacia atrás, en el párking que hay en la empresa.

Al parecer, se dirigió para hacer unas gestiones, dijo el alcalde, quien precisó que el padre de los niños fallecidos no es trabajador de la planta, sino que está empleado en la construcción.

Pasados unos cuatro minutos, de la furgoneta salía una "gran humareda, la furgoneta se fue desplazando hacia abajo y chocó contra el bordillo del jardín de la empresa", tras lo cual saltó el tapón del depósito de gasóleo, que se desparramó en un diámetro de veinticinco metros".

El edil no precisado si el padre, que quedó en libertad tras prestar declaración ante la Guardia Civil, había dejado el vehículo con el motor encendido y si los niños se quedaron solos sujetos o no a sus sillitas de seguridad.

Dado que aún se desconocen las causas del suceso, la policía judicial de la Guardia Civil de Cuenca y agentes de un equipo especializado en incendios procedente de Madrid están investigando el caso.

Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Cuenca, Julio Magdalena, se encuentran a la espera de los resultados de la autopsia de los menores fallecidos.

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