El clima, las protestas en Latinoámerica o una nueva UE tras el 'brexit': los retos internacionales para el 2020

  • A esos tres hay que añadir otros como las elecciones en Estados Unidos o la guerra tecnológica.
Ursula von der Leyen durante un momento de su discurso ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Ursula von der Leyen durante un momento de su discurso ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo.
EFE/ Patrick Seeger
Ursula von der Leyen durante un momento de su discurso ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo.

El 2020 será un año con muchos retos a nivel internacional. Desde la evolución de las protestas en América Latina, pasando por la lucha contra el cambio climático, hasta las incógnitas sobre el traje que se va a poner la nueva UE: ¿será más geopolítica como anunció Ursula von der Leyen?. A esto, hay que añadir eventos concretos como las elecciones en Estados Unidos o la continuación de la lucha comercial.

Las protestas en América Latina

Seguramente la protesta ciudadana más notoria de 2019 fuera la movilización en Hong Kong, pero fueron otros países los que acapararon el grueso de las marchas en contra de decisiones políticas. Ecuador, Colombia, Bolivia, Chile...Cada uno por distintos motivos, pero con objetivos similares: tumbar decisiones gubernamentales controvertidas. El foco se ha sacado de Venezuela, y en Nicaragua el conflicto se ha perpetrado. 2020, tal como se explica en el informe, debe ser el año de las soluciones.

Entre los elementos comunes de las manifestaciones existen procesos de emulación y aprendizaje que se intensificarán en 2020. También son compartidas la frustración y la rabia así como la incapacidad de las instituciones —democráticas o no— de canalizarlas o incluso de valorarlas en su justa medida antes de tomar decisiones que desatan la cólera social. Ahí no sólo están fallando las instituciones gubernamentales sino también las fuerzas de oposición política en lo que es un claro problema de representatividad. Y el tercero es un factor generacional: para los nacidos con el cambio de siglo, estas protestas tienen un valor formativo y pueden marcar su compromiso político y social, tal como se refleja en el informe.

Sobre la situación de las revueltas sociales en América Latina, la internacionalista de la Universidad Nebrija, Celia Fernández, explica a 20minutos que son “formas de comunicación” por parte de la población. Y añade el término securitización, que consiste en colocar en el debate público “nuevos temas que puedan ser una amenaza para los ciudadanos, cuando en realidad no lo es”.

Por lo tanto, la balanza que se plantea cuenta con un importante componente comunicativo. Los expertos explican que "el estallido de la conflictividad" ha puesto "en aprietos a las instituciones". La pregunta es hasta qué punto una fuerza represiva (como la vista por ejemplo en Chile) o la caída de gobiernos (como en Bolivia) van a ser una constante este año.

El cambio climático, una lucha política

La lucha contra el cambio climático seguirá de actualidad en 2020. Ha pasado de ser una reivindicación ciudadana a convertirse en un compromiso para los estados. Al menos para algunos. La Cumbre del Clima de Madrid fue un fracaso, que puso en el centro del debate la dificultad para los acuerdos. Esos mismos que son ya una exigencia en el año que acaba de empezar.

En 2020 entra en funcionamiento el Acuerdo de París. El en segundo artículo se marca el objetivo objetivo mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de los dos grados con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 grados. Durante este año, todos los estados —menos EE UU, que está inmerso en el proceso para abandonar el acuerdo— tendrán que entregar sus nuevos planes nacionales voluntarios para alcanzar el objetivo colectivo. 

Junto con la retirada norteamericana, el otro paquete de decisiones nacionales de una transcendencia más destacada vendrá de China, el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, que anuncia la puesta en funcionamiento de nuevas centrales de carbón. 

El Acuerdo de París se basa en mecanismos de transparencia, y eso debería facilitar que se ejerza presión social sobre los estados que incumplen sus compromisos o sobre aquellos que entregan planes con un nivel de ambición deficiente. La naturaleza del acuerdo favorece, en principio, una mayor politización, aunque no siempre se manifieste en una misma dirección ni con el mismo tono.

La tecnología como nueva frontera de poder

La evolución (o revolución) tecnológica también marcará el futuro en el corto plazo. En lo referente a la tecnología como nueva frontera el poder, Fernández explica que “la sociedad no asume que el de soldado es ahora un concepto más institucional”, pero no ve imperiosos embarcarse en una guerra tecnológica, sobre todo en el caso de la Unión Europea. “La UE no tiene por qué quedarse atrás” si decide no competir con China y Estados Unidos. Para la analista, el futuro cercano va a depender “en un cincuenta por ciento de la política y en otro cincuenta por ciento de la tecnología”.

2020 será el año del 5G y da paso a la década en que veremos grandes avances en materia de inteligencia artificial y computación cuántica, novedades que pueden alterar radicalmente el sistema económico, las políticas de seguridad y las relaciones de poder. Lo nuevo genera expectación, pero también desconcierto, especialmente entre quienes sienten que están entre los posibles perdedores de esta revolución. 

"La frecuencia con la que hablamos de nacionalismo digital, soberanía digital o hegemonía tecnológica es un buen indicador", esgrimen. 

Se van a recuperar visiones más clásicas del uso tecnológico: la disputa va a estar centrada en el espacio virtual y no tanto en el territorio. Durante este año, pero también más allá, se harán todavía más visibles tres tipos de tensiones: entre estados, entre estados y corporaciones y entre activistas digitales y fuerzas represivas.

Trump...¿a revalidar victoria electoral?

Los norteamericanos elegirán su presidente el 3 de noviembre. Donald Trump se juega seguir en el poder frente a un candidato o candidata demócrata que todavía está por conocer. Joe Biden, que fuera vicepresidente de Barack Obama, parte como favorito.

"Trump ha hecho bandera de revertir el legado de Obama en temas internacionales", expresan los expertos. El acuerdo nuclear con Irán es el caso más claro pero hay que sumar también la retirada de Siria o el abandono del Acuerdo de París sobre el cambio climático. También se ha presentado como un negociador agresivo y capaz de conseguir mejores acuerdos, con China como principal foco de atención. La inmigración, un tema a medio camino entre lo interno y lo internacional, volverá a tener un lugar destacado en estas elecciones.

Desde Elcano, el profesor de la UAM Federico Steinberg deja las incógnitas abiertas. "No sabemos qué va a pasar". Pero considera que Donald Trump está en buena posición para seguir en el poder: "Si no hay una recesión en el que país, que no parece, tiene muchas opciones".

La nueva UE de Von der Leyen

En cuanto a los retos que se le planteen a la nuevo Comisión Europea no tendría por qué estar la creación de un ejército europeo, sobre todo si atendemos a algunas de sus posibles acciones. “Pueden ir en contra de algunos valores de la UE”, comenta Fernández. En este sentido, plantea un escenario internacional con más actores. “África sigue creciendo...¿cuál va a ser su papel?”, se cuestiona.

Steinberg ve claro cuál debe ser el rumbo de la Unión. "Es imprescindible que la UE sea un actor geopolítico si no quiere ser súbdito de EE UU y China", sostiene. Asimismo, el objetivo tiene que enfocarse hacia "ser más asertivo desde el punto de vista comercial", así como mostrar "capacidad de defensa europea".

"EE UU y Reino Unido estarán más cerca desde el punto de vista de las ideas, pero en lo comercial los británicos tendrán que seguir de la mano de la UE", explica el experto al hablar de los efectos que podría tener el brexit una vez que sea realidad, algo que va a pasar también en 2020.

China, el reto migratorio...

El papel que pueda jugar China en su tira y afloja con Estados Unidos es otro de los retos que va a dejar 2020. El mundo sigue dividido en bloques, y a la espera de dónde puede estar Rusia y de la deriva que tome la UE, Trump y Xi Jinping mantendrán sus tensiones, sobre todo en materia comercial.

A esto, hay que añadir la responsabilidad que seguirá suponiendo los flujos migratorios. La falta de políticas comunes dejarán toda la responsabilidad en manos de los estados, por lo que el componente ideológico será capital.

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