La Junta aprobó ayer la medida por decreto, que entrará en vigor en los próximos días. En concreto, fija ese plazo máximo para las intervenciones quirúrgicas generales  y 30 días para las de oncología y la cardiaca no valvular, informa Ical.

Si se superan los plazos, el paciente podrá cambiar de centro y los gastos correrán a cargo de Sacyl. Eso sí, deberá ser un hospital autorizado. Para que el enfermo no vuelva a someterse a pruebas ya realizadas, Sacyl permitirá que el hospital elegido acceda a su historia clínica.

No obstante, el plazo de 130 días es mayor que el objetivo actual de Sanidad. Con el plan 2004-2007, el límite de espera pasó de 165 a 100 días, aunque no siempre se cumple. De hecho, en enero, 2.407 personas de Castilla y León llevaban más de 100 días de demora para pasar por el quirófano. Además, Sanidad ya no se ha propuesto reducir más esos 100 días y el objetivo de este año es consolidar los resultados.

El decreto aprobado ayer también crea un registro para los pacientes que esperan una prueba diagnóstica. Sólo será de control y no fija plazos máximos.

La salud de la sanidad, aceptable

Castilla y León tiene unos servicios sanitarios aceptables, segun el Informe 2008 sobre los servicios sanitarios de las CCAA, de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública.

El estudio tiene en cuenta el número de médicos por mil habitantes, enfermeros, camas hospitalarias, gasto farmacéutico y las listas de espera, entre otras. La puntuación máxima posible es 68 y la mínima, 17. La Comunidad obtiene un 43, en la parte de arriba. La mejor puntuada es Asturias (46) y la que menos, la Comunidad Valenciana (26).

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