Eran las 10.46 de la mañana cuando el primer vuelo con dirección a Vigo salía del Aeropuerto de Córdoba. El ruido de la turbina del ATR42 se confundía con el aplauso de los asistentes mientras que el aparato tomaba la pista de despegue.

A los pocos segundos, a lo lejos, el avión de Flysur enfilaba con dirección a Almodóvar del Río y se perdía en el cielo cordobés ante la mirada atónita de muchas personas y el comentario de uno de los presentes de que «hace 23 años que no salía uno».

Atrás quedaban la cola de la facturación, el primer control del equipaje, enseñar el billete con el DNI y subir al aparato. En el vuelo iban muchas familias a pasar unos días a Galicia. Una de las pasajeras explica que «sin este vuelo, no hubiera podido irme de vacaciones a ver a mis primos este año».

Nervios e ilusión en el estreno 

La ilusión se palpaba con bastante claridad en la cara de los viajeros y de la tripulación. «Como cordobesa es una satisfacción. Todo el equipo está muy contento» explica la azafata Cristina Casas. Los nervios también se notaban.

Algunos viajeros no recordaban la última vez que el Aeropuerto tuvo vida, ya que son muy jóvenes. Como decía Fernando López, de 17 años, justo antes de pasar por el arco de seguridad: «nunca pensé que volaría desde Córdoba». Diez minutos después de la salida, el Aeropuerto comenzaba una nueva etapa, que se verá cubierta del todo una vez que AENA amplíe la pista de aterrizaje.

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