La falta de vocaciones sacerdotales y la incorporación de los jóvenes, preocupaciones de la Diócesis de Ciudad Real

El obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar, ha aprovechado su tradicional desayuno navideño con los medios de comunicación para hacer un resumen de lo que ha sido este 2019 en la diócesis de Ciudad Real apuntando como principales preocupaciones la falta de vocaciones sacerdotales y la incorporación de los jóvenes a la práctica religiosa.

Respecto a las vocaciones sacerdotales, Melgar considera que lo que falta es un interés grande por la formación de las vocaciones ya que en los cuatro años que lleva no ha habido prácticamente ningún ingreso desde la calle, y todos los que hay actualmente, 17 teólogos en el Seminario Mayor, proceden del Seminario Menor.

"Todos quieren un sacerdote en su pueblo, pero que sean los hijos de otro", ha añadido y es que considera que el sacerdote ha perdido el prestigio social.

Respecto a los jóvenes, Melgar ha observado una falta de formación y participación sobre todo tras la Confirmación. Por lo que entre las iniciativas para paliar esta desvinculación de la juventud ha presentado una iniciativa consistente en la creación de un grupo de formación para parejas, que en un principio no piensan en casarse.

Un proyecto que se inicia en enero en Ciudad Real capital una hora al mes con el objetivo de "motivar esas cuestiones fundamentales que unos novios tienen que tratar en su noviazgo".

Algo que el obispo considera muy importante ya que en la actualidad los noviazgos son muy largos y se observan, ha explicado, muchos casos de matrimonios rotos al poco tiempo ya que no se ha aprovechado el noviazgo para conocerse.

Otro de los retos para Melgar es la promoción de las unidades pastorales, cuyo fin es que estas sean "más evangelizadora, más misionera y sobre todo una unidad en el mensaje". Un camino, según Melgar, por el que quiere ir la Diócesis y que en este momento se está poniendo en marcha y algunas funcionan mejor que otras.

La inserción de los laicos es otro de los asuntos mencionados por el obispo en este encuentro. Un tema que ha reconocido que no es nuevo y que es uno de los objetivos que se proponen en las unidades pastorales. "Estamos haciendo verdaderos esfuerzos en este sentido sobre todo en formación y espiritualidad", ha añadido.

Respecto a la formación ha citado la que se hace en las hermandades, de la que se ha mostrado bastante satisfecho ya que ha encontrado una respuesta de más de 600 participantes. Además del grupo teológico en el que no solo participan laicos, sino que hay uno para sacerdotes.

"NO NOS HEMOS PRECIPITADO"

El obispo ha asegurado que la Iglesia "no se ha precipitado" en su actuación en relación al presunto caso de abusos a nueve niños en el Seminario de Ciudad Real. Contestando así a las afirmaciones del exsacerdote sobre su secularización, realizadas este miércoles tras finalizar el proceso judicial que quedó visto para sentencia en la Audiencia Provincial.

Ha querido dejar claro que el proceso que fue sometido el exsacerdote en la Iglesia y el de la Justicia "son distintitos" y que en lo que respecta a lo eclesiástico, se le han dado cinco oportunidades, en los que se le pidió sendas prórrogas a Roma, para que aceptara la propuesta consistente en un retiro durante cinco años a en un monasterio y en el que estaría asistido por un psiquiatra. "Si lo hubiera hecho no estaría secularizado".

Melgar ha insistido que lo que se le está pidiendo es que "dé muestras de arrepentimiento" y que desde "la Iglesia no se le está acusando sino incidiendo en una conducta moralmente punible". Respecto al proceso judicial, y por ende legal no ha querido entrar y ha concluido que en lo que respecta al proceso seguido en la Iglesia todo se está haciendo con "mucha legalidad, paciencia y misericordia".

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