Satse advirtió en septiembre pasado la existencia de esas plazas sin cubrir mediante un escrito al vicepresidente y consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea.

Ante el anuncio de la conversión de esas 413 plazas de válidos en otras de dependientes, efectuado este martes en el pleno de las Cortes de Castilla y León, el Sindicato de Enfermería considera que es una medida necesaria para la población de la Comunidad, muy envejecida y cada vez más dependiente.

Recuerda que Castilla y León es el territorio más envejecido de Europa y el que tiene más octogenarios y nonagenarios; el 25% de su población supera los 65 años y el 9,5% los 80 años. Esta población precisa cuidados, tanto generales como especializados dados sus niveles de dependencia, pluripatologías y polimedicación, que deben ser prestados por profesionales sanitarios.

Satse también afirma que una vez que Familia se ha hecho eco de esta reivindicación, esta Consejería debe ejercer un control exhaustivo de las plazas en las residencias de mayores privadas de Castilla y León.

Y es que el Sindicato de Enfermería lleva tiempo denunciando las malas condiciones laborales y retributivas de las enfermeras que trabajan en las residencias dependientes de Servicios Sociales y alertando también a la Administración de que si no encuentra en muchos casos personal enfermero para estos centros, esto se debe a que las condiciones del convenio colectivo por el que se rige este personal son muy negativas y hacen que los profesionales enfermeros desistan de trabajar en esas residencias y opten por otros puestos de trabajo.