La crisis ha hecho mella este verano en los bares y restaurantes sevillanos. Las pérdidas durante los meses estivales han sido de entorno a un 20%, según asegura la Asociación de Hosteleros de Sevilla.

Esto ha provocado que, sobre todo en la última quincena de agosto, se haya generalizado más el cierre de establecimientos por vacaciones o reformas.

Son los restaurantes los que más están sufriendo las pérdidas, algunos han llegado a vender hasta un 30% menos.

Los hosteleros dicen que el consumo se está retrayendo. «El número de clientes no desciende tanto como las ventas, el consumo medio es menor», explican.

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