Intentaba proteger a su familia y logró todo lo contrario. Cuando Ashley LeMay, una joven madre de Mississipi, decidió instalar una cámara de seguridad en las habitaciones de sus hijas, no pensó que un hacker pudiera acceder al sistema de videovigilancia para acosar a una de ellas.
La pequeña Alyssa LeMay, de ocho años, se extrañó al escuchar ruidos procedentes de su habitación vacía y una melodía comenzó a sonar en el interior. Cuando accedió a su cuarto, confirmó que no había nadie, pero escuchó entonces una voz masculina que no era la de su padre.
ICYMI last night at 6, here is the full story on the Ring camera hack. #WMC5
— Jessica Holley (@Jessica_Holley) 11 de diciembre de 2019
FULL STORY --> https://t.co/WGMjkvHNKS https://t.co/1zdOLTMbHK
“Soy tu mejor amigo. Soy Santa Claus. ¿No quieres ser mi mejor amiga?", preguntó la voz a la niña, a la que también dedicó insultos racistas e invitó a "portarse mal" y "romper la tele", según recoge el diario estadounidense The Washington Post.
La niña, desconcertada al principio y asustada después, llamó en primer lugar a su madre en busca de ayuda y después abandonó la habitación para explicarle a su padre lo que estaba ocurriendo. "No sé quién eres", le dijo a su acosador antes de salir del cuarto.
Esta situación provocó una gran preocupación en toda la familia y Alyssa y sus tres hermanas sienten miedo de dormir en sus habitaciones, por lo que se han trasladado al salón.
Además, Ashley se ha mostrado muy disgustada con la reacción de la empresa con la que contrató la cámara de seguridad, Ring, ya que considera que tardó mucho tiempo en ponerse en contacto y no le ofreció una explicación de si el hackeo había sido obra de alguien cercano o a kilómetros de distancia.
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