EJEMPLOS
- Bien situadas. En el centro conviven 22, pero hay varias que apenas se utilizan: calle Sevilla (que suele estar llena de coches particulares), Cuarteles (también pasto de la falta de aparcamiento), plaza de la Marina (eclipsada por la de la farmacia Caffarena y con unos pivotes incómodos para los conductores) o Armengual de la Mota (donde se ven muy pocos taxis estacionados).
- Más alejadas. En el distrito Este, tres de las siete apenas están activas: Julio Gómez, Ángel Guimera o la del Palacio Miramar, yerma tras la marcha de los juzgados. Pero en otras zonas, como Nueva Málaga, La Rosaleda, Los Corazones o Carlos Haya persiste la misma carencia.
CAUSAS
- Poco productivas. El principal escollo que presentan es que no son rentables. Más aún, si el vehículo carece de emisora (un 30% de la flota). «El taxi se mueve adónde hay trabajo», justifican.
- Inundadas, alejadas o conflictivas. En Huelin, Puerto de la Torre o La Palmilla sufren estos problemas, que se zanjarían si se convirtieran las paradas inútiles en aparcamientos, resume José Carlos Martín, vicepresidente de los asalariados.
¿Vuelta de los taxis a la calle Larios?
Los asalariados del taxi quieren que la principal calle peatonal de Málaga, Larios, vuelva a admitir a los vehículos de servicio público. A diario, comentan, reciben peticiones de sus clientes y quejas por lo fácil que era antes acceder a las tripas comerciales de la ciudad; algo que ahora tienen prohibido. Ésta será, por tanto, una de las peticiones que lleven al Instituto Municipal del Taxi en las reuniones que tienen previstas para el presente mes.
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