Entrevista | Rafa Almarcha (Siempre Así): "Nuestra música es fiesta, es alegría"

  • Si la música popular andaluza se conoce en el mundo entero es, en buena medida, gracias a los sevillanos Siempre Así.
  • En activo desde 1991, acaban de publicar un disco en directo, ‘Siempre Así Sinfónico’.
  • Lo presentarán en el Teatro Calderón de Madrid los días 16 y 17 de diciembre y después irán a Málaga y Sevilla.
Rafa Almarcha de Siempre Así
Rafa Almarcha, compositor y componente del grupo sevillano Siempre Así
JORGE PARÍS
Rafa Almarcha de Siempre Así

“El álbum ha salido hace un mes y en la primera semana se coló entre los 20 más vendidos de España”. Rafa Almarcha, compositor y uno de los siete integrantes del grupo andaluz Siempre Así, habla con entusiasmo de su último proyecto: un disco sinfónico (Siempre Así Sinfónico) grabado en directo que presentan el 16 y 17 de diciembre en el Teatro Calderón de Madrid, después de haber llenado el Real dos días en su última visita. Después irán a Málaga (día 27, MAC) y Sevilla (14 de febrero, FIBES).

¿Cuál es el secreto para que un grupo tan numeroso lleve más de 25 años en activo? No es ningún secreto, lo que la gente ve en el escenario es verdad y eso es todo: que somos muy amigos, casi familia, que nos queremos como hermanos después de tantos años juntos. Y luego que la música que defendemos es auténtica, de nuestra tierra, Andalucía, pero con vocación universal. Es lo que se canta en nuestras fiestas, ferias, romerías…

Además, no tenemos un portento de voz, tenemos fuerza como grupo; uno a uno pues sí, cantamos y somos profesionales, pero no para hacer una carrera en solitario. Cada uno aporta lo que tiene y lo da todo. La gente cuando nos ve actuar seguro que piensa que él podía también estar ahí cantando. Eso es una maravilla.

Otro de los tesoros que tenemos es que hemos traspasado generaciones: a nuestros conciertos vienen tanto niños como abuelos y adultos a los que su madre les ponía el disco en el coche camino del colegio y ahora nos siguen.

¿Qué queda de ese coro del que surgió Siempre Así? La ilusión, ese espíritu de descubrir cosas cada vez que nos enfrentamos a un proyecto, disco o gira nuevos… Esa ingenuidad se mantiene.

¿Cuántos miembros originales quedan? Los siete que somos ahora. Éramos 10, ahora menos Roberto, Manolo y Rocío. Pero seguimos viéndonos muchísimo y se suben al escenario en cuanto pueden. La mujer de Roberto sigue con nosotros...

¿Aún tienen una relación estrecha con la Hermandad de Triana? Mantenemos una relación superestrecha, claro, y la valoramos mucho porque esa fue nuestra escuela en la música. Entramos de la mano de Gualberto, un músico importantísimo de allí, el padre del rock andaluz [Smash]. Él fue quien nos metió por primera vez en un estudio de grabación. Esta hermandad lleva yendo al Rocío 200 años, así que si de algo sabe es de convivencia y en eso también ha sido nuestra escuela. No es fácil estar 28 años los mismos en un grupo… Y nuestros hijos también han estado en el coro infantil.

¿Habrá relevo en Siempre Así? En nuestras familias no creo. No hemos incorporado a nadie nunca cuando se ha marchado alguien ni lo haremos, porque el grupo tiene sentido tal y como es. No miramos mucho a largo plazo, la verdad, pensamos en el día a día y ese día a día es el que ha hecho después el futuro. Cuando miras atrás, dices: “¡Vaya, cuántas cosas hemos hecho!”. Pero mientras las hacíamos no nos dábamos mucha cuenta de que eran importantes.

¿Cómo conectan con las nuevas generaciones? Son varios factores. El grupo en sí es muy familiar y cercano, no vamos de estrellas, y nuestras canciones son historias con las que se puede sentir identificada gente de cualquier edad a partir de 16-17 años, con los primeros amores… También hay muchos mensajes de solidaridad y esperanza, yo creo que la juventud de ahora es muy solidaria. Y luego, nuestra música es alegría, es fiesta.

Nuestra música es alegría, es fiesta, y eso a la gente le gusta mucho

Por ahí siempre es fácil enganchar. Claro, sonamos en todos los bares, en las ferias... y eso a la gente le gusta mucho.

¿Se llevan bien con las redes sociales? Muy bien, yo tengo mi propio Instagram. Cuando llegó esta revolución digital, el mundo artístico se echaba las manos a la cabeza porque la industria musical iba a cambiar. Pero yo soy optimista por naturaleza, siempre veo el vaso medio lleno. Sabía que el cedé y el DVD ya no se iba a vender apenas, pero se abría la oportunidad de llegar a todo el mundo. Con las redes tienes tu propio canal de comunicación directa con el público, con tus seguidores. Que la gente tenga un sitio así donde saber de ti creo que es en beneficio de la música, sobre todo.

Ahora que en música se llevan otros géneros como el trap y lo urbano, ¿se sienten en una posición mejor o peor que cuando empezaron? Nosotros tenemos la línea muy marcada, aunque cada disco es distinto e intentamos evolucionar y aportar riqueza. Nuestra línea es la nuestra y gusta y ese es otro tesoro que tenemos. Se nos identifica a la primera escucha, ¡eso es tremendo! En ese sentido nos sentimos muy afortunados, en otros estilos a veces cuesta diferenciar a unos de otros.

Cada tiempo tiene su música. Yo soy muy aficionado a todo tipo de géneros y he escuchado mucho reguetón y rap, porque me gusta. En general, las cosas bien hechas me gustan, por ejemplo Rosalía me encanta. Esos discos tienen una producción impresionante, no están hechos al tuntún, yo sé lo que hay detrás… C. Tangana y Bad Bunny me gustan.

Les han dicho en un tuit: “Menos Rosalía y más Siempre Así”. ¿Qué opina? Para mí, no tiene lugar. Son cosas diferentes y complementarias, no es cuestión de una u otra. El público es el que manda siempre y cada uno coge lo que quiere coger. Las cosas no pasan por casualidad, el éxito tan brutal de Rosalía ocurre porque detrás hay un trabajo muy muy bien hecho. Yo soy muy fan, es que encanta. Además ella es flamenca y yo soy muy aficionado al flamenco, creo que ha dado un paso adelante y además lo ha hecho con mucha naturalidad. En ese aspecto se parece a nosotros porque no ha forzado nada, le ha salido así y me parece maravilloso.

Ha trabajado como productor y compositor para José Manuel Soto o Falete, entre otros. ¿Qué tiene entre manos ahora? Estoy muy centrado en Siempre Así y produciendo alguna cosa del Carnaval de Cádiz, la fuente de talento más grande que hay en el mundo, aunque aún no haya llegado al gran público. Allí se juntan compositores y músicos de primera con unas voces y unos intérpretes impresionantes... y encima en Cádiz, una ciudad mágica, por eso lo que ocurre es magia. Antes tenía más opciones pero hoy en día no me da el tiempo a más. Antiguamente las giras eran en verano y en invierno hacías otras cosas pero ahora ya no, ahora actúas durante todo el año...

Se nos identifica a la primera escucha, ¡eso es tremendo!

Su versión de ‘A mí manera’ es archiconocida. ¿Qué canciones o artistas actuales les gustaría llevar a su terreno? Camila Cabello tiene una voz y unas canciones preciosas, Alejandro Sanz (que ya es un clásico), Manuel Carrasco… Para conciertos hemos hecho Mediterráneo, de Serrat… pero cosas muy actuales, tampoco. En las fiestas nuestras sí que nos lanzamos [risas]. Pero nos llegan tantas canciones originales que nos encantan que sería una pena sacar un disco de versiones, porque la gente te pide temas nuevos.

Con este formato sinfónico han conseguido llevar la música popular a teatros dedicados a la ópera como el Real y la Maestranza, ¿se sienten orgullosos? El formato sinfónico es idea de un músico inglés, John Durant, afincado en Sevilla hace 30 años. Vino a fundar la Orquesta Sinfónica de Sevilla y al terminar su periodo se enamoró de la ciudad y se quedó con su mujer, que está en la orquesta. Además, él es un enamorado de la música popular de Andalucía y, en concreto, de Siempre Así. Alucinaba con nuestro arreglos, le llamaban mucho la atención nuestro ritmos de rumba, que además eran un reto para él.

Así que nos propuso un concierto con la orquesta y al principio nos pareció una locura. Pero consiguió contagiarnos su entusiasmo porque, cuando escuchábamos nuestras canciones de esa forma, se elevaban, tomaban otra dimensión. Nos ilusionó tremendamente y estuvimos trabajando en ello año y medio. Gracias a él, el Teatro de la Maestranza accedió a que lo estrenáramos allí dos días y fue también donde grabamos el disco Siempre Así Sinfónico. Se acabaron las 4.000 entradas tres meses antes...

De ahí nos invitaron al Teatro Real, donde nos decían que era la primera vez que contaban con un grupo de nuestras características, que representara un poco el folclore popular de Andalucía (porque flamenco sí han tenido) y que además llenara dos veces.

¿Cómo se siente uno actuando en un sitio así? No nos lo creíamos, es un sueño para cualquier artista, el más grande del mundo firmaría para tocar en el Real. Es algo que no se puede explicar con palabras. Además Madrid para nosotros es muy importante, nos ha dado la vida. La Maestranza y este fueron dos momentos inolvidables de nuestra carrera, únicos.

Teniendo en cuenta la proximidad de los conciertos del Calderón a la Navidad, ¿introducirán villancicos en el repertorio? Va a ser el repertorio sinfónico, pero claro, un guiño a la Navidad habrá seguro…

También han estado hace nada en Ecuador, ¿cómo ha sido la experiencia? ¿De dónde viene esa relación tan especial que tienen con este país? Fuimos por primera vez en 2001 y luego como otras diez veces más. Esta vez nos ha invitado la Orquesta Nacional del Ecuador a hacer un concierto en el Teatro de la Casa de Cultura de Quito, que es el más importante allí. Ha sido impresionante, lleno absoluto. Yo en 2010 le hice una canción a Quito, En la mitad del mundo, que se ha convertido en un himno para ellos. Fue un amor a primera vista y que se ha mantenido todo este tiempo. Además, para ellos ha sido un año muy difícil con las revueltas, los muertos que ha habido… se paró el país 20 meses y se cancelaron muchos conciertos, así que nos han agradecido tremendamente que nosotros sí hayamos ido a tocar.

Hemos tenido barreras por estar en zona de nadie, es difícil encajar nuestra música

¿Se sienten reconocidos o creen que, por el género que han escogido, ha habido prejuicios que no les han permitido llegar a ciertos lugares? De alguna forma, sí. Parece como que lo nuestro es un género menor y el flamenco uno mayor... Pero es verdad, el flamenco es tan rico, no está al alcance de cualquiera, y te lo dice uno muy aficionado y que no es capaz de cantarlo. Hemos tenido barreras porque estamos un poco en zona de nadie, nuestra música es difícil encajarla. Pero hemos calado tanto en nuestro público que no nos ha hecho falta más…. Supongo que si hubiéramos entrado en radiofórmulas, probablemente el grupo hubiese crecido más incluso a nivel internacional. Pero no soy de reproches, estoy muy satisfecho con la carrera que hemos hecho y más con las condiciones y los medios que hemos tenido.

Y después de un proyecto sinfónico, ¿qué viene, qué más se puede hacer? Tenemos que hacer un disco nuestro de canciones inéditas, esa es la idea. Pero el sinfónico acaba de salir y ahora mismo estamos centrados en esto, vamos a hacer una gira preciosa. Estamos disfrutando de este momento, que es lo que toca, y paralelamente haciendo otros conciertos de la gira de fiesta de Siempre Así.

¿Les han vuelto a llamar para algún bodorrio? A nosotros nos llaman para muchos bodorrios. Pero no solo vamos a los que tienen repercusión mediática… vamos a muchos que no salen en ningún lado, porque el grupo está muy metido en la vida de la gente. Muchas parejas están sustituyendo el vals por nuestra canción Alguien, incluso nos mandan vídeos de la novia cantándosela al novio. Si las condiciones son óptimas, nosotros vamos encantados.

Lo de la duquesa de Alba fue alucinante… estuvo en todos lados, salimos incluso en periódicos de Latinoamérica, como con las infantas. Ya teníamos discos de platino pero es verdad que si alguien no nos conocía, ya se enteró de quiénes éramos. Pero para nosotros no dejan de ser anécdotas. Hacemos 60 conciertos al año y muchas bodas, fiestas o congresos que no salen en las revistas.

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