Hallan muerto a un testigo clave del caso del crimen del pantano de Susqueda

Los Mossos disparando desde la playa dels Xinesos del pantano de Susqueda, donde se produjo un doble crimen en 2017.
Los Mossos disparando desde el pantano de Susqueda, donde se produjo un crimen en 2017.
ACN
Los Mossos disparando desde la playa dels Xinesos del pantano de Susqueda, donde se produjo un doble crimen en 2017.

Bartomeu Soler, un testimonio clave de la investigación por el doble crimen de 2017 en el pantano de Susqueda, en Girona, ha sido hallado muerto en su casa. Vivía en una cabaña en los márgenes del pantano y, por ello, era una de las piezas importantes para resolver el asesinato. Las víctimas fueron un hombre y una mujer, pareja, que desaparecieron en agosto y que fueron encontrados fallecidos un mes después.

Según avanza 'El Punt Avui', el cuerpo del hombre ha sido hallado por una persona que iba a verle ayer, después de no saber nada de él durante días, medio tumbado, bajo un árbol en el que estaba apoyada una escalera de fabricación casera, y una soga colgada. 

La principal hipótesis que barajan los mossos es que Soler falleció cuando se iba a suicidar, pues fue hallado cerca de un árbol en el que había una soga, y porque en su barraca encontró una nota de despedida, fechada el 16 de noviembre, en la que daba sus motivos para quitarse la vida y decía que se iba junto a su perro, que había muerto tiempo atrás. Los agentes están pendientes de saber los resultados de la autopsia que deberá determinar de qué murió y cuándo, ya que, teniendo en cuenta la fecha de la nota, podía hacer casi un mes que había fallecido. Además, comprobarán que la letra de la nota corresponde al fallecido, que no presentaba signos de violencia.

El levantamiento del cadáver se hizo gracias a la ayuda de los Bomberos de la Generalitat porque estaba en una zona de difícil acceso. Bartomeu Soler, que hacía unos cinco años que vivía como un ermitaño en la barraca de madera construida por él mismo, se hallaba en el pantano el día que asesinaron a tiros a Marc Hernández, de 23 años, y Paula Mas, de 21, el 24 de agosto de 2017, cuyos cuerpos no aparecieron hasta un mes después. Los investigadores le tomaron declaración y confirmaron que, efectivamente, como declaró, el día de los hechos estaba pescando y que ni vio a la pareja, ni al único sospechoso del doble crimen, Jordi Magentí, ni escuchó los gritos y los cuatro disparos porque pescaba con unos auriculares puestos. 

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