Unos 130.000 valencianos de religión musulmana ayunan 30 días por su fe

  • Los musulmanes de la Comunitat han iniciado este lunes 1 de septiembre el mes de Ramadán.
  • Sólo comen, beben y tienen relaciones durante la noche para recordar a los que sufren y vivir más su religión.
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Musulmanes rezando, en una imagen de archivo.
Musulmanes rezando, en una imagen de archivo.
FRANCISCO SILVA/EFE
Musulmanes rezando, en una imagen de archivo.

Dejan de comer, no beben agua ni practican sexo a la luz del día, e incluso puede ser una buena excusa para abandonar el tabaco. No es ninguna dieta milagro, sino los preceptos de una de las principales religiones del mundo, el Islam, que cada vez cuenta con más fieles en la Comunitat.

En total son 130.471 los seguidores de este credo en las tres provincias valencianas que ayer iniciaron el mes de ayuno del Ramadán, el periodo más sagrado de esta religión. Este colectivo prácticamente se ha duplicado en la última década y eso pese a las dificultades para hacer estimaciones, ya que «muchos no están empadronados», apuntan desde el Centro Cultural Islámico de Valencia (CCIV). La mayor parte de los creyentes son de origen magrebí, seguidos de paquistaníes y los propios españoles.

Los ayunos comenzaron ayer, primer día de Ramadán. Este periodo no coincide con el calendario gregoriano, el vigente y aceptado internacionalmente, ya que se basa en el ciclo lunar y no en el solar. «No hay una hora fija para empezar el ayuno. Es desde la salida hasta la puesta del sol», explica el coordinador de actividades del CCIV, Abdelaziz Bouhlassa. «Lo más recomendable para cortar el ayuno son los dátiles y la leche, por indicaciones directas del profeta y también por salud», añade. Después viene la cena, que suele ser copiosa y depende de lo más típico de cada país (cuscús en Marruecos...).

Lo hacemos para recordar a quienes no comen nunca
«Es como un recordatorio de que hay que ayudar a los demás, de que hay gente que no come en todo el año y de que hay que ser mejores personas», concluye Bouhlassa.

Fútbol, rezos y «vida normal»

El mes sagrado del Islam no impide a sus fieles seguir con su trabajo de forma normal. «Estamos acostumbrados a no comer durante el día, así que hacemos vida normal», explica Abdelaziz Bouhlassa. Sin embargo, el Centro Cultural Islámico de Valencia ha preparado actividades para los fieles durante estos próximos 30 días. Habrá oraciones nocturnas voluntarias (el azlá), cenas sociales para gente sin recursos e incluso cursillos para recitar el Corán, charlas y un torneo de fútbol los fines de semana entre mezquitas de Valencia. En Alicante, la comunidad islámica organiza cenas en la mezquita al caer el sol y una gran fiesta al finalizar el Ramadán. CONSULTA AQUÍ MÁS

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