El Tren-pranillo pretende "divulgar el patrimonio vitícola y enológico de La Rioja y la vinculación que históricamente ha existido entre el ferrocarril y el vino". De hecho, las bodegas proliferaron en los municipios que contaban con estaciones del tren. El ejemplo más representativo es el de Haro, destino final de este tren, donde el barrio de la estación es conocido como el de las bodegas.

Con 200 plazas por viaje, realizará su recorrido durante los fines de semana de El Rioja y los 5 sentidos, los días 6, 7, 13 y 14 de septiembre. Saldrá de la estación de Logroño a las 10 horas y recorrerá Fuenmayor, Cenicero, Torremontalbo y Briones, hasta llegar a su destino, Haro, mientras que el pasajero contempla los colores de los viñedos repletos ya de uvas.

35 minutos

Durante el recorrido, un grupo de teatro representará escenas vinculadas con la cultura del vino. A lo largo de los 35 minutos de duración del trayecto, una serie de personajes del siglo XIX, "amenizarán el viaje". Un revisor de la época, una trabajadora de una bodega de Haro y un fotógrafo además de darle un toque de color al recorrido "contarán la historia del vino, el paisaje y la gastronomía de La Rioja".

Una vez en Haro, el programa incluye la visita a una de las ocho bodegas que participan en la iniciativa: Bodegas Bilbaínas, CVNE, Gómez Cruzado, La Rioja Alta, Muga, Rioja Santiago, López de Heredia y Roda. Además, se entregará una entrada gratuita para visitar el Centro de Interpretación del Vino de la Consejería de Agricultura, ubicado en la Estación Enológica.

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