Los agricultores y ecologistas del norte de la provincia están en pie de guerra después de que la Junta de Andalucía haya hecho oficial en el BOJA la declaración del valle del Alto Guadiato como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

Si para los agricultores, la normativaa es restrictiva y propicia “la decepción y el abandono” del sector, según asegura el presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja), Ignacio Fernández de Mesa; para el responsable nacional del área de Conservación de la Naturaleza de Ecologistas en Acción, Joaquín Reina, supone “un revulsivo importante” para proteger los espacios.

La polémica surgió hace ya algunos años entre los habitantes de esta zona ante la posibilidad de que su territorio fuese de especial protección para las aves; cosa que finalmente ha ocurrido y que se traduce en la modificación de algunas acciones cotidianas en la agricultura y ganadería extensiva

En concreto, la normativa se aplicará sobre 33.930 hectáreas pertenecientes a los términos municipales de Los Blázquez, Fuente Obejuna, La Granjuela y Valsequillo y prohíbe, salvo excepciones, la quema de rastrojos; la eliminación de setos vivos en los caminos y lindes; la supresión de grupos o zonas aisladas de vegetación forestal o la construcción de pistas de aterrizaje.

La medida va encaminada a preservar y mantener el hábitat de una población estimada en 85 avutardas presentes en la zona y exige, entre otras cosas, comunicar a la Consejería de Medio Ambiente actuaciones varias como la transformación de cultivo agrícola a forestal; cualquier obra de construcción o edificación; o la implantación de instalaciones de telecomunicación y energía eléctrica.

Divergencia de opiniones

En ese sentido, indica que se prioriza el trazado de los tendidos eléctricos sobre zonas adyacentes a las carreteras pero cuando afecte a “zonas sensibles” se optará por un trazado subterráneo.

Fernández de Mesa, ha mostrado la “profunda decepción” que sienten los agricultores y ha avanzado a 20 minutos que mantendrá varias reuniones con los colectivos implicados porque “no se descartan, sin duda, movilizaciones”.

El máximo representante de Asaja en la provincia ha estimado en 500 el número de agricultores afectados por la ZEPA y considera que la norma “abre las puertas” para un “abandono” de la agricultura y ganadería.

Por su parte, Reina matiza que la ZEPA tiene aspectos “positivos a medio y largo plazo” y, “en ningún caso supone una merma para el mantenimiento de las actividades actuales”.

En esa línea, indica que, a la sombra de la especial protección para las aves, pueden crecer otros sectores como el turismo rural, cultural o gastronómico.

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