Desde el mes de junio David Broncano anunció en La vida moderna que el programa dejaría de emitirse en el caso de que bajara el número de oyentes. Ya que alcanzaron su mínimo histórico de audiencia, en total 69.000 oyentes diarios.

 "Esta semana sale el Estudio General de Medios, si bajamos de 69.000, el programa se acaba", afirmaba Broncano días antes de que se desvelara la gran incógnita. 

El pasado miércoles 27 de noviembre, el EGM reveló el peor dato de audiencia para el programa. Tan solo han conseguido 51.000 oyentes, cifra que no supera a la anterior. El viernes de esa misma semana el presentador junto a los copresentadores redactaron una carta de dimisión.

"Han pasado unos días y la realidad es que aquí estamos. Había que decir 'lo hemos dejado', pero por la broma. Es que no había nada más. Cuando dijimos que lo dejábamos, si bajábamos de audiencia, no había plan B. Como todo lo que hemos hecho en la vida", afirmaba David Broncano tras volver a emitir el programa días después de asegurar que lo dejaban.

Para justificar su vuelta compartieron un vídeo donde uno de los copresentadores, Ignatius Farray, decía que si el programa presentado por José Ramón de la Morena, El Transistor, bajaba su audiencia, ellos se salvaban. Por fortuna para ellos, tanto El Transistor, de Onda Cero, como Poniendo las calles, de la COPE, perdieron oyentes.