Xavier Molina: "Hay una tradición masónica que segrega a las mujeres; hoy en día es injustificable"

  • El Gran Maestre de una importante logia habla sobre la masonería, un movimiento rodeado de leyendas urbanas.
Xavier Molina, presidente de la Gran Logia Simbólica Española (GLSE).
Xavier Molina, presidente de la Gran Logia Simbólica Española (GLSE).
L. A.
Xavier Molina, presidente de la Gran Logia Simbólica Española (GLSE).

Empresario farmacéutico nacido en Girona hace 47 años, preside desde junio de 2018 la Gran Logia Simbólica Española (GLSE), la mayor de las organizaciones masónicas liberales de España. Acaban de inaugurar una nueva sede propia en Madrid. Molina presidió la multitudinaria ceremonia.

¿Qué supone para su organización esta nueva sede? Pues es un reto increíble. Las antiguas instalaciones apenas cumplían las condiciones mínimas. Esto ya es otra cosa. Aquí podremos dignificar nuestro trabajo y, esto sobre todo, ayudar a la unión y a la fraternidad de la masonería en España.

¿Eso quiere decir que en este lugar no van a trabajar ustedes solos? Claro que no. Trabajarán también otras organizaciones masónicas que comparten con nosotros los mismos principios. Aquí hay sitio para mucha gente. Este es un lugar abierto: aquí será posible explicar a quienes no nos conocen que en la masonería, a pesar de sus divisiones, reinan la fraternidad y la armonía.

Siguen teniendo algo de mala prensa. Mucha gente les mira con prevención. Porque no nos conocen. Pero este lugar va a cambiar muchas cosas: es una sede que se puede enseñar, en el que podemos mostrar a la gente qué somos y qué hacemos, y eso contribuirá a normalizar a la masonería en España y a cambiar un poco esa imagen lúgubre que nos echó encima la dictadura.

La organización que usted preside admite mujeres, pero hay otras variedades masónicas que las discriminan. ¿Cómo puede ser eso, en pleno siglo XXI? Pues yo no lo entiendo. Es verdad que hay una tradición masónica que segrega a las mujeres, nada más que por ser mujeres, y que se llama a sí misma “regular”. Eso podía justificarse hace tres siglos, pero hoy en día es injustificable. Personalmente, ni lo comparto ni lo entiendo, porque uno de nuestros principios más sagrados es la igualdad. No es nuestra opción. En la GLSE trabajamos para perfeccionar a las personas, su sexo es lo de menos.

Xavier Molina, presidente de la Gran Logia Simbólica Española (GLSE).

XAVIER MOLINA

  • Girona, 1972. Empresario y doctor en Farmacia. 
Fue nombrado VIII Gran Maestre de la Gran Logia Simbólica Española en la asamblea anual de esta organización, que se celebró en Vitoria-Gasteiz en 2018.

Usted es catalán y preside una organización que se llama claramente “española”. ¿Tiene problemas? En la GLSE hay masones catalanes independentistas y otros que no lo son. Eso no supone un problema. Muchas organizaciones y grupos, sobre todo los partidos políticos, se han dividido a causa del independentismo. Nosotros no. Y la razón es que en las Logias estamos para otra cosa. No nos metemos en asuntos políticos y aprendemos, sobre todo, a escucharnos y a escuchar a los demás. En las Logias se fomentan el diálogo y el debate, y creo que lo que ahora mismo falta en Cataluña es debate.

¿Qué les ha parecido la exhumación de Franco, que tanto les persiguió? Pues yo creo que es de justicia que se lo hayan llevado de allí. Aquella tumba no respetaba la memoria histórica. No era justo que Franco estuviese enterrado con aquellos honores y en el Valle de los Caídos.

¿Tienen de aquel hombre la misma opinión que él tenía de ustedes? En la masonería cada cual tiene su propia opinión, nosotros trabajamos el librepensamiento… Pero creo que no. Lo que Franco tenía con nosotros era una obsesión personal, una especie de afán de venganza, un gran odio. Y nosotros no fomentamos el odio. Franco está en la historia como lo que fue, como un dictador, y la masonería ha sido perseguida por todas las dictaduras desde hace tres siglos, fuesen de derechas o de izquierdas. Los masones españoles de hoy, creo yo, preferimos mirar hacia delante. Y para eso hay que cerrar las heridas de la guerra civil y de la dictadura.

¿Y cómo se hace eso? Entre otras cosas, devolviendo la dignidad a quienes fueron despojados de ella por la dictadura, que además les quitó la vida. A nuestra generación le toca devolverles la dignidad.

"Reivindicar hoy la libertad, la igualdad y la fraternidad está perfectamente vigente"

Siguen ustedes proclamando los principios de libertad, igualdad y fraternidad. ¿No está un poco viejo eso? En absoluto. Yo creo que esos principios son hoy perfectamente válidos y necesitan ser defendidos quizá más que nunca, porque hay mucha gente en el mundo que no tiene ninguna de las tres cosas. Fíjese en el problema de la inmigración, de la xenofobia, de la gente que se ha quedado descolgada del progreso. La gente, tanto en España como en Europa, que parece pertenecer a clases no ya desfavorecidas sino condenadas a la exclusión. Considero que reivindicar hoy la libertad, la igualdad y la fraternidad está perfectamente vigente.

¿Tiene su mensaje eco entre la gente más joven? Desde luego que sí. La media de edad de nuestra organización no deja de bajar a medida que vamos creciendo; y le puedo asegurar que crecemos. Hay Logias en la GLSE cuya media ronda los 40 años. Pero aún falta mucho trabajo para que la masonería tenga en España el respeto social que tiene en otros países, como Francia, Bélgica, Alemania, el Reino Unido… Bueno, nos esforzamos en ello.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento