Abusos desde 1998

En el verano de 1998 el acusado se encontraba en la casa de su hermana y aprovechó su ausencia y la presencia de su sobrina para tocarla y, tras colocarle un cuchillo en el cuello, agredirla sexualmente.

Un mes después volvió a mantener relaciones sexuales con su sobrina en contra de su voluntad y en el invierno de ese año acudió al nuevo domicilio de su hermana y aprovechó que la menor estaba sola para obligarle a que le masturbara, tras lo cual la amenazó de nuevo con matarla si contaba algo a alguien.

El Tribunal también considera probado que el 5 de abril de 2002, el procesado amenazó a su sobrina con un cuchillo cuando ésta se encontraba sola en el domicilio, le obligó a masturbarle y después la violó.

Ese mismo día la joven se encontró indispuesta y fue al médico, que la derivó al Hospital Materno Infantil de Málaga, donde estuvo ingresada dos semanas.

Días después de su regreso a la casa, el acusado acudió al domicilio de la menor y, después de preguntarle "si había dicho algo en el hospital", le pidió que mantuviera relaciones con él, a lo que ésta se negó, pero volvió a violarla.

En los fundamentos de derecho se señala que el doctor que atendía a la joven consideró difícil que el contenido de la denuncia interpuesta respondiera a los problemas mentales que padecía y que los abusos sexuales fueran parte de la psicosis y alucinaciones que sufría, de las que estaba siendo tratada.

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