No todo los vascos pueden morir con dignidad y en unas condiciones lo menos dolorosas posibles. Las camas para enfermos terminales en los hospitales vascos no son suficientes. De hecho, habría que duplicarlas para estar dentro de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Este organismo tiene establecido que debe haber 80 camas por cada millón de habitantes, y en Euskadi sólo hay 41. Lo que equivale a una cama por cada 22.627 habitantes, la mitad, por ejemplo, que Cataluña.

"No son todavía suficientes. Pero no sólo aquí. En España sólo uno de cada tres pacientes con cáncer recibe una asistencia paliativa adecuada durante sus últimos meses de vida", señala el doctor Wilson Astudillo, presidente de la Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos.

Problemas de corazón

En nuestra comunidad existen actualmente ocho unidades especiales de este tipo de cuidados, cuatro de ellas en Vizcaya. Según el doctor Astudillo, para que nuestra comunidad llegase a lo recomendado por la OMS, habría, al menos, que habilitar "otras 160 camas más".

Estos equipos se encargan de ofrecer a los enfermos el mayor confort posible durante la recta final de su vida, controlando los síntomas molestos, aliviando su sufrimiento y apoyando a las familias en los momentos más duros. Los pacientes con problemas cardiovasculares son los que más camas ocupan en las unidades paliativas de Euskadi, seguidos de los que padecen enfermedades cerebro vasculares.

Ambas patologías coinciden, además, con la principal causa de muerte entre los hombres y las mujeres, respectivamente. Les siguen el cáncer de bronquios y de pulmón. Aun así, "los problemas de corazón están perdiendo peso en la mortalidad de Euskadi gracias a los avances en su tratamiento", asegura el doctor.

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