Vestida con un elegante vestido blanco, pero con los pabellones auditivos sucios. Así fue fotografiada la cantante de ascendencia marxista Victoria Beckham por los fotógrafos del periódico inglés Daily Mail esta semana. Fue durante la enésima presentación de uno de sus perfumes, en la ciudad de Manchester.

El lugar, los almacenes Harvey Nichols, con los que se peleó este mismo mes de agosto. El centro de moda acusó a la cantante de "maniática de control", por protestar por el color rosa de la alfombra de bienvenida.

Lo de las orejas parece un detalle de higiene sin mucha importancia, pero la prensa inglesa, que escruta su persona hasta la extenuación, se ha lanzado a él con saña. Con todo, sus orejas no son lo que más le preocupan. Hace menos de 10 días una información aparecida en el magacín británico Now, en la que se aseguraba que la cantante consume pastillas para adelgazar.

Además, la revista hizo una feroz crítica, acusando a Victoria de ser un mal ejemplo para las niñas y adolescentes que quieren ser como ella y que podrían imitar estos supuestos malos hábitos.

La esposa de David Beckham lo ha negado todo y ha declarado que está "horrorizada" por estas acusaciones y que ha denunciado a la publicación.