Entre otros aspectos, instaba al Govern y al Ejecutivo central a garantizar que los padres, como primeros responsables de la educación de sus hijos, elijan el tipo de educación y el centro educativo donde escolarizar a sus hijos.

También pedía defender la red de centros concertados como garantes de la existencia de una oferta plural complementaria a la red pública, tal como ha manifestado el Tribunal Constitucional y, por tanto, de la libertad de elección de las familias.

El último punto pedía que se promoviesen las modalidades lingüísticas mallorquina, menorquina, ibicenca y formenterense, así como las manifestaciones culturales de Baleares, en los centros educativos. Ha sido rechazado por 34 votos en contra (PSIB, Unidas Podemos, MÉS per Mallorca, El PI y el Grupo Mixto) y 21 votos a favor (PP, Cs y Vox).