Los restauradores de Barcelona se amotinan contra la multiplicación de la tasa de terrazas que prevé Colau

  • Más de 300 dueños y trabajadores de bares y restaurantes levantan una tarjeta roja y pitan a la alcaldesa.
  • Todos los grupos municipales de la oposición les apoyan en un acto en el teatro Club Capitol.
  • Denuncian que se proponen aumentos de hasta el 900% para 2020.
Los restauradores, levantando una tarjeta roja al gobierno municipal.
Los restauradores, levantando una tarjeta roja al gobierno municipal.
ACN
Los restauradores, levantando una tarjeta roja al gobierno municipal.

En un teatro Capitol lleno a reventar, más de 300 propietarios y trabajadores de restaurantes y bares de Barcelona, acompañados por concejales de todos los grupos municipales de la oposición, han protagonizado este martes un levantamiento contra el aumento de la tasa de terrazas que propone el gobierno de BComú y PSC en la ciudad, con Ada Colau a la cabeza, en las ordenanzas fiscales para 2020. El incremento, ha denunciado el Gremi de Restauració, organizador del acto, supone multiplicar el impuesto "por cuatro y hasta por ocho en algunos casos".

Durante el evento, que ha terminado con una sonora pitada y con todos los asistentes levantando una tarjeta roja -alguno incluso ha gritado "huelga general"-, el director del gremio, Roger Pallarols, ha criticado que la subida, "desorbitada", afectará a todas las terrazas de los distritos de Ciutat Vella, el Eixample y Gràcia, donde se concentran el 50% de las que hay en Barcelona.

Además, frente a un público entre el que se encontraban los chefs catalanes Jordi Cruz, Albert Adrià y Joan Escribà y los presidentes PimeComerç, Barcelona Oberta y la Fundació Barcelona Comerç –Àlex Goñi, Gabriel Jené y Salva Vendrell, respectivamente–, ha afirmado que el incremento perjudicará tanto a locales turísticos como a los que tienen "al barcelonés como cliente". Ha puesto como ejemplos, entre otros, los de la plaza Salvador Seguí, donde se prevé un aumento del "900%", la de George Orwell (429%) o las calles Viladomat y Calàbria (197%). Con estas y otras subidas de impuestos, como por ejemplo el IBI, el gobierno de Colau pretende reestructurar las ordenanzas fiscales para ingresar 82 millones de euros más que este año.

La propuesta municipal referente a la tasa por las mesas al aire libre de la restauración, sin embargo, también prevé bajadas en las zonas más periféricas, pero Pallerols ha asegurado que la cifra de locales que se beneficiarán de una reducción será "residual". Según ha afirmado, solo habrá una disminución para el 1% de las terrazas, "60 de un total de 5.539".

"La medida es propia de alguien que no sabe sacar adelante un negocio", ha apuntado, y ha añadido que muestra "obstinación por perseguir a los más de 70.000 trabajadores" de la restauración que hay en la ciudad.

Por su parte, el presidente del Gremi de Restauració de Barcelona, Pere Chias, ha criticado que la propuesta llega en un mal momento económico para el sector, por motivos como el vandalismo, la delincuencia, los disturbios por la sentencia del 'procés', la dificultad para obtener licencias, el top manta o los lateros. Por eso, ha asegurado, el gremio seguirá "luchando" para evitar el incremento. "¡Ganaremos!", ha exclamado.

El acto también ha contado con el testimonio restauradores, entre ellos la chef Ada Parellada, que ha denunciado que cocineros de la talla de Albert Adrià "reclamados a nivel mundial" han manifestado que se les hace "complicado" abrir locales en Barcelona por las "dificultades administrativas" que existen. Ha hablado asimismo, Ignasi Torralba, responsable del histórico restaurante Amaya de la Rambla, que ha afirmado que no quemarán "contenedores", sino que usarán "la fuerza de la razón" y serán "persistentes". "Cuando nos echen seguiremos estando en nuestro sitio", ha concluido. Y otra de las restauradoras, Chelo Miranda, ha destacado que la mayoría de bares y restaurantes de la ciudad son "locales pequeños y familiares" a los que les cuesta salir adelante y que "la hostelería no solo es un negocio, sino de lo poco que nos queda para relacionarnos y compartir fuera de internet".

También han tomado la palabra los concejales de los grupos de la oposición, como Manuel Valls, de BCN Canvi, que ha criticado que "los restauradores esperaban un gesto" ante el "alto nivel de inseguridad, los disturbios y la crisis política" y ese gesto ha sido proponer "un incremento de la tasa de terrazas". Josep Bou, del PP, ha afirmado que el del Ayuntamiento ha sido "un hachazo enorme" al sector, mientras que Luz Guilarte, de Cs, ha señalado que Barcelona necesita "la colaboración público-privada para salir adelante" y Elsa Artadi, de JxCat, ha dicho que la medida "es el error más grande que tiene la propuesta de presupuestos municipales". Miquel Puig, de ERC, por su parte, ha dejado la puerta abierta a dar luz verde a las cuentas, pero ha asegurado que a la hora de pactar, harán "todo" lo que esté en sus manos para ayudar a los restauradores.

Tras el acto, desde el gobierno municipal, la concejal de Comercio, Montserrat Ballarín, ha visto "posible" un margen de maniobra, pero ha defendido la subida de la tasa y ha negado que sea "desproporcionada". "Es hacer que una mesa en la plaza de Catalunya con cuatro sillas pague unos cuatro euros al día", ha dicho. El equipo de Colau considera la medida necesaria para equiparar el impuesto, que no crece desde 2010, al de otras ciudades europeas como París o Roma, y para evitar la sobreocupación del espacio público. 

De 124 euros al mes de tasa a 527

Si la subida de la tasa de terrazas se aprobara tal y como está planteada, las más céntricas, por ejemplo las de la Rambla, el paseo de Gràcia o la plaza Reial, pasarían de pagar 0,46 céntimos por metro cuadrado al día a 1,95. Esto supondría pasar de 124 euros mensuales a 527. 

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