La película olvidada del cantante vetado

Matisyahu, el artista expulsado y readmitido del festival Rototom, interpretó a un exorcista judío en 'The Possession - El origen del mal', producida por Sam Raimi.
La película olvidada del cantante vetado
La película olvidada del cantante vetado
La película olvidada del cantante vetado

Ahora mismo, el nombre de Matisyahu circula a la velocidad del rayo por las redes sociales en España. El veto y posterior readmisión de este cantante en el festival de reggae Rototom Sunsplash 2015 ha abierto un frente de anchura considerable entre quienes se oponen a un acto de censura, por un lado, y por otro aquellos para quienes un artista así (judío ultraortodoxo y con una actitud difusa hacia la cuestión palestina) no debería tener hueco en el cartel del certamen castellonense. Así, tras la campaña instigada por la asociación BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) País Valencià, las declaraciones del propio Matisyahu en su Facebook ("Apoyo la paz y la compasión para todo el mundo") y el comunicado con el que los responsables del Rototom daban marcha atrás en su propósito de excluirle, la sucesión de posicionamientos por parte de grupos políticos, asociaciones y particulares a través de internet puede hacer que un internauta en busca de reflexión y matices se sienta zarandeado por fuerzas más allá de su control. Como en una película de terror, vaya. Algo muy apropiado, porque en 2012 Matisyahu intervino en una película de terror. Y producida por Sam Raimi, además.

The Possession - El origen del malse titulaba ese filme, y cuando se estrenó en nuestro país Matisyahu estaba lejos de ser carne de polémica, aunque ya se había ganado algún titular que otro. Matthew Paul Miller, ese chaval convertido al judaísmo jasídico tras una juventud tirando a hippie, había cosechado éxitos musicales en EE UU, pero por aquí sólo le conocían los melómanos aficionados al reggae y el dancehall... y los periodistas para quienes la visión de un tipo dispensando sonidos jamaicanos con el atavío de la ortodoxia hassidim (sombrero negro, barba intonsa y los payot, esos mechones de pelo que crecen a los lados de la cara) era buen material para llenar minutos de telediario. Así pues, fueron muy pocos los que, al verle aparecer en la pantalla de un cine, pensaron "este tipo me suena". Ahora bien: su aparición como secundario en la película estaba plenamente justificada: The Possession obedecía a la efímera moda de filmes terroríficos basados en el folklore judío, esa que nos dio la oportunidad de ver a Gary Oldman haciendo de rabino en La semilla del mal.

¿De qué iba este filme en concreto? Pues de un padre divorciado y residente en Nueva York (Jeffrey Dean Morgan) que ve cómo una de sus hijas cae bajo el influjo de una caja en cuyo interior se cobija un dybbuk (espíritu maligno) llamado Abyzou, "el raptor de niños". Viendo que el acostumbrado exorcismo a lo William Friedkin le va a servir de poco, el protagonista acude a la comunidad ultraortodoxa del barrio de Williamsburg en busca de un sabio que haga sentir al demonio el poder de la Torá. Es entonces cuando contacta con Tzadok, el personaje de Matisyahu, un estudiante talmúdico bastante majete (y aficionado a escuchar reggae en su MP3) que le informa sobre cómo actúa un dybbuk y le ayuda a combatirlo. Tras el rito final, el espíritu abandona el cuerpo de la pequeña y vuelve a su caja. Tzadok / Matisyahu se lleva el recipiente endemoniado para guardarlo en lugar seguro... y entonces [SPOILERS] va y se muere en un accidente de tráfico, quedando la caja libre para seguir causando tragedias familiares. [/SPOILERS] Tras ello tenemos una escena que abre el camino a una posible secuela directa a vídeo, el fundido a negro y los créditos finales.

Para el director Ole Bornedal, que había rozado la gloria con las dos versiones de El vigilante nocturno (la original con Nikolaj Coster-Waldau y el remake anglófono La sombra de la noche, con Ewan McGregor), The Possession no fue una oportunidad para volver a primer plano: el filme no generó pérdidas, pero su recaudación fue discreta, y desde entonces el cineasta danés no ha rodado otro largo en Hollywood, aunque la serie bélica 1864, rodada en su país natal, le ha proporcionado cierto reconocimiento. Para Matisyahu aquello tampoco fue el comienzo de una carrera en pantalla grande. El músico, que había aparecido ya en el documental Unsettled (2007, sobre jóvenes israelíes que abandonaban sus hogares tras la retirada de la Franja de Gaza) y en A Buddy Story (una comedia fechada en 2010), no ha vuelto a ponerse frente a una cámara  Ahora que se ha afeitado y se ha cortado el pelo, eso sí, The Possession resulta un recordatorio de su antiguo look, incluyendo el abrigo largo y negro (bekishe), el manto de oración (tallit) y la preceptiva kipá, que luce mucho durante la intensa escena del exorcismo. Por otra parte, tal y como están las cosas ahora, también puede servir para hacer metáforas y chistes fáciles sobre cajas (no necesariamente de Pandora) que, tras ser abiertas, derraman males sobre el mundo. O, al menos, polémicas irreflexivas.

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