Según la información facilitada por la Comisaría Provincial, el presunto ladrón fue interceptado por el servicio de seguridad del hipermercado, ubicado en la avenida Padres Recoletos, cuando llevaba ocultos distintos efectos del departamento de electrónica.

Al llegar los policías, el varón empezó a proferir insultos y amenazas, fue "aumentado progresivamente su agresividad" hasta abalanzarse contra ellos y uno de los agentes sufrió lesiones, por lo que procedieron a su detención.

En su traslado a dependencias y ya en ellas, antes de su ingreso en los calabozos, continuó en "la misma actitud" y ya ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de Salamanca.