Hace tres años un joven director de cine chileno llamado Matías Bize sorprendió en muchos festivales con una muy pequeña película que narraba el encuentro sexual esporádico y ocasional de una pareja en una sola noche. Era sólo eso, su complejidad no venía de movimientos de cámara sin sentido o de efectos especiales absurdos. No, lo suyo fue una historia muy bien tramada, sin artificios, ni giros de guión, ni siquiera con personajes fascinantes, sino con la honesta baza de la simple normalidad de unos diálogos vivos y veraces. Parecía obvia su llegada a escenarios teatrales.

Una apuesta no exenta de riesgo. Parecía un viaje fácil, pero se necesitaban una serie de pautas por cumplir: una dramaturgia coherente y, sobre todo, un par de actores frescos y competentes para hacernos creíble lo que son, una pareja que quiere hacer el amor. Simple pero complejo. La dirección viene de la mano de Tamzin Townsend, curtida en la mejor de las últimas comedias. Y María Esteve y Roberto San Martín ponen voz y cuerpo a unos personajes llenos de una vitalidad muy habitual.

Madrid / Teatro Lara / Del 17 de septiembre a 9 de noviembre / www.teatrolara.com