Un médico invitado pudo certificar el delicado estado de salud de Antonio, que padece un cáncer, y gracias a esto se pudo celebrar el enlace una hora y media después. «Cuando hemos sabido que finalmente nos podíamos casar, hemos vivido momentos de euforia», afirmó ayer a 20 minutos Antonio.

Antonio y Manuel llevan 30 años de relación y 28 de convivencia; es por eso que aseguran que, sobre todo, se han casado para legalizar su situación teniendo en cuenta el estado de salud de Manuel. Así, cuando uno de los dos muera, el otro tendrá los mismos derechos que cualquier viudo.

Después de que a las 12 se convirtieran en matrimonio, lo celebraron con sus familiares y amigos con un desayuno. La pareja afirma que están contentos por lo que representa el enlace históricamente.