Un hombre inglés de 32 años ha sido condenado por la Justicia británica a no acercarse por casa de su novia, de 29, por el ruido que hace cuando mantiene relaciones sexuales. Anteriormente ya tuvo que pagar una multa de más de 500 euros por violar la orden de reducción de ruido.

Adam Hilton no podrá acercarse a menos de 100 metros de la casa de Kerry Norris, según el portavoz municipal Mike Taggart. Los vecinos del edificio donde vive Norris se quejaban desde 2006 por los golpes en las paredes y los gritos, según la BBC.

Los vecinos también se quejaban porque Norris tomaba el sol desnuda en su patio, y les molestaba que un niño de seis años que vive en el edificio tuviera que escuchar "el tipo de obscenidades que uno no quisiera que llegara a oídos de un niño de seis años", dice el citado portavoz.

"Ella es la clásica vecina de pesadilla", dijo Taggart, y destacó que el problema no era el sexo. "Se trata de permitir que los vecinos lleven una vida normal y decente sin ser perturbados".