Ni haciendo la mayor heroicidad del mundo, el mundo dejará de reírse de mí

Media vida llevo ya soportando las mofas de todos, los que me conocen y los que no me conocen. En cualquier sitio siempre hay alguien que me mira, me señala y se ríe. Todo el mundo se ríe de los de mi raza, pero mal de muchos consuelo de tontos, y es verdad, a mí no me consuela en absoluto que se rían de ellos también.Cuando me llevaron al laboratorio la primera vez, junto a otros de mi raza, pensé que ya no se reirían nunca más de mí, que iba a convertirme en un héroe, porque gracias a los experimentos que iban a hacerme,

El último día de experimentos esperaba un gran recibimiento en mi casa, y en su lugar me encontré a las hijas de mis dueños llorando de risa porque salgo "muy gracioso y tiesín" en la foto de una revista muy importante. Se reían tanto y tan fuerte que ni siquiera se dieron cuenta de que yo, su mascota, su sufridor amigo, su perro salchicha, estaba llorando detrás de ellas.

Ése fue el momento definitivo. Lo entendí, lo entiendo, lo he entendido todo. Ni haciendo la mayor heroicidad del mundo dejará el mundo de reírse de mí. Y lo peor es que se ríen de mí por mi forma, por cómo soy, porque ellos no saben nada de nada de mi triste, hoy más triste que nunca, sensible fondo. Aunque sea un perro salchicha.