Las elecciones generales han consolidado en la ciudad de València un panorama político más bipartidista que en abril, cuando Ciudadanos se impuso en algunos barrios jóvenes, principalmente en zonas en expansión como Ciutat de les Ciències, Nou Benicalap o Sant Pau.
Los comicios del 10-N arrojaron una diferencia muy pequeña entre el primer partido en número de votos en la ciudad, el PSOE, que se impuso en 47 barrios, y el PP, que venció en 38 y arrebató a Cs el segundo puesto. Fueron solo 1.594 papeletas las que separaron a los socialistas, que obtuvieron 107.785 sufragios, de los populares.
Por su parte, la formación política que encabeza el Gobierno local junto al PSOE, Compromís, apenas avanzó levemente del sexto al quinto puesto y no ganó en ningún barrio, lo que confirma el llamado voto dual respecto a los comicios municipales del pasado mes de abril, cuando la coalición de Joan Ribó venció en el conjunto de la ciudad y quedó la primera en 57 barrios, mientras que los socialistas fueron terceros por detrás también del PP.
El análisis territorial de las elecciones generales en la ciudad detecta, además del hundimiento de Ciudadanos, que pierde 48.609 votos y pasa de segunda a sexta fuerza política; una recuperación del PP, a costa precisamente de la debacle naranja, y un crecimiento de Vox, que escala de la quinta a la tercera posición.
El PSOE mantiene el tipo y salva la primera posición gracias al apoyo de los barrios del extrarradio, como los que integran los distritos del suroeste (l’Olivereta, Jesús, Patraix), Poblats Marítims, Benicalap, Benimaclet y la mayor parte de Camins al Grau, Quatre Carreres, Algirós y Rascanya.
El PP se recompone principalmente en los barrios del centro. Se impone en todas las demarcaciones de Ciutat Vella, l’Eixample y Extramurs, donde Vox alcanza registros que van del 12% del barrio del Carme al 26,6% del Pla del Remei. Los populares también cogen la delantera a Ciudadanos en sus feudos tradicionales de nuevos barrios residenciales como Ciutat de les Ciències, Sant Pau o Nou Benicalap, pero también adelantan al PSOE en barrios de Campanar, la Saïdia y en la mayoría de los de Pobles del Nord y del Sud.
Más allá de la capital del Túria, el conocido como cinturón rojo del área metropolitana de València también ha mantenido su color rojo, con la victoria del PSOE tanto en Mislata (33%) como en Burjassot (31%), Torrent (28%) y Paterna (27%).
Estas cuatro localidades han seguido la línea PSOE-PP-Vox a excepción de Burjassot, donde Unides Podem ha llegado a la segunda posición (16,79%) a solo una centésima de Vox y a una décima del PP. En Paterna, Vox se ha quedado a punto de arañar la plata del PP, a tres décimas, mientras que en Mislata la diferencia ha sido de menos de un punto.
Y en otros municipios como Quart de Poblet, también gobernado por los socialistas, el PSOE conserva la primera posición con un destacado 36,1%, con Podem en tercer lugar a dos décimas de Vox. La situación se repite en Xirivella, Alfafar y Alaquàs, con más del 30% para el PSOE pero Vox como tercera fuerza. En Paiporta ha cambiado el escenario electoral al colarse Vox en la segunda posición, aunque el PSOE consigue revalidar el 27,6%.
Por lo que se refiere a los resultados en el conjunto de la Comunitat Valenciana, el mapa por municipios deja la mayor parte en manos del PSOE, si bien con mayorías relativamente escasas. El PP recupera terreno, sobre todo en el interior de Castellón y en el norte de Alicante, provincia esta última en la que destaca la irrupción con fuerza de Vox en varios municipios de la comarca de la Vega Baja como primera fuerza política.
Por otro lado, los diez municipios con menos población de la Comunitat Valenciana optaron en las elecciones generales de este pasado domingo por el PP y el PSOE, que alternan el primer y segundo puesto en estas localidades. La tercera posición se la diputan, según el caso, Unidas Podemos, Més Compromís y Vox.
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