La multiopción o cómo los particulares pueden, por fin, optar por el ‘leasing’ para financiar su coche

El renting permite renovar periódicamente el coche sin realizar un fuerte desembolso.
El 'renting' y la multiopción se parecen, pero no son la misma fórmula de financiación.
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El renting permite renovar periódicamente el coche sin realizar un fuerte desembolso.

A pocas semanas para que llegue a su fin, 2019 se cierra como el mejor año para comprar un vehículo –es el último antes de que entre en vigor la nueva normativa europea de control de contaminantes–. Sin embargo, no todos los que necesitan renovar su coche pueden lanzarse a esta aventura, pues el precio es, posiblemente, uno de los aspectos que más condicione la decisión final del posible comprador. ¿O sí?

En los últimos años han proliferado las ayudas a la financiación y, también, las nuevas formas de adquisición, como el renting, para particulares; y el leasing, para autónomos y empresas. Sin embargo, entre todo este boom ha pasado desapercibida una fórmula a tener en cuenta que permite a todos los compradores realizar con su concesionario un contrato de alquiler con opción a compra. Se llama multiopción y es ideal para aquellos indecisos que no saben si debería arriesgarse con la compra.

¿Qué es la multiopción?

Tal y como explican desde Rastreator.com, esta forma de financiación flexible solo se ofrece desde marcas y concesionarios y es ideal para aquellos que no están muy seguros de si deberían comprar un coche nuevo. Y es que, esta fórmula financiera permite al conductor disfrutar de uno durante un tiempo determinado para, después, elegir entre devolverlo o comprarlo pasados dos o tres años.

Sin embargo, esta forma de compra no tiene por qué compensarnos a largo plazo; por eso conviene estudiar una serie de factores que nos ayudarán a dilucidar si es nuestra forma de financiación perfecta.

¿Me conviene o no?

  1. Lo primero, calcular. Como cabe esperar, el precio de salida del coche elegido (al cuál ya hemos dado uso durante los años de alquiler) bajará conforme pase el tiempo según los kilómetros recorridos y la vida útil que le quede. Por eso, antes de ceder un vehículo con financiación multiopción, los concesionarios deben calcular el Valor Futuro Mínimo Garantizado (VFMG) –o, lo que es lo mismo, el precio que habrá que pagar por el coche si queremos comprarlo– que puede variar en función del estado del vehículo (a no ser que ambas partes hayan apostado por ponerlo fijo).
  2. Asegurarnos de la cuota mensual. A la hora de pactar los plazos, ambas partes tienen que acordar qué se incluirá en cada uno de ellos (desde la cuota mensual hasta el seguro, pasando por el mantenimiento). Lo único que, lógicamente, no se contemplará el combustible que cada conductor gaste.
  3. Y los inconvenientes, ¿cuáles son? Según Rastreator.com hay algunas desventajas que ya se han repetid en numerosas ocasiones y que, por tanto, son las más frecuentes en este tipo de financiación. Así, la TAE suele ser algo elevada con respecto a los préstamos específicos (del 10% frente al 6) y los concesionarios suelen obligar a contratar un seguro a todo riesgo que encarezca la mensualidad a pagar por el coche. 
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