El equipo de gobierno de Pamplona propone una ordenanza del euskera que "devuelva la normalidad" al uso de esta lengua

La Junta de Gobierno Local de Pamplona ha aprobado este lunes el proyecto de nueva ordenanza del euskera con el que busca "devolver la normalidad a la utilización" de esta lengua, "sin excesos", y lograr "una política lingüística justa, garantizando la igualdad entre todos los pamploneses en el acceso al empleo público".
El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y la concejala delegada de Cultura e Igualdad, María García-Barberena
El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y la concejala delegada de Cultura e Igualdad, María García-Barberena
EUROPA PRESS
El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y la concejala delegada de Cultura e Igualdad, María García-Barberena

La propuesta "recupera casi en su totalidad la ordenanza de 1997, que estuvo vigente hasta junio de este año" y "responde a los principios y disposiciones de la ley foral del Euskera y a lo recogido en su reglamento de desarrollo" en lo referente a los derechos de la ciudadanía en la zona mixta, a la que Pamplona pertenece.

Así lo han señalado este lunes en rueda de prensa el alcalde de la ciudad, Enrique Maya, y la concejala delegada de Cultura e Igualdad, María García-Barberena, que han sido los encargados de presentar los detalles del proyecto de ordenanza. El gobierno municipal quiere que el pleno que se celebrará este jueves, 14 de noviembre, debate la aprobación inicial del proyecto.

El alcalde ha recordado que la modificación de la ordenanza del euskera es "un compromiso electoral" de Navarra Suma, además de "una necesidad", ya que "recientemente una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Navarra decía textualmente que la aplicación imperativa de la puntuación del euskera conllevaba una discriminación en la provisión de puestos de la función pública".

"Nos corresponde trabajar por devolver la normalidad a la utilización del euskera, sin excesos y siguiendo el dictamen de la sentencia", ha remarcado Maya, quien ha recordado que la última modificación de la ordenanza tuvo lugar el pasado año por parte del gobierno municipal de Joseba Asiron (EH Bildu).

Según ha expuesto el alcalde, esta modificación "convertía a Pamplona en una zona vascófona y no mixta e incluso iba más allá de lo que regula el decreto de la ley del euskera para las zonas vascófonas". "Nuestra propuesta de ordenanza sí que responde fielmente a los principios y disposiciones de la ley foral y, en consecuencia, garantiza los derechos de todos los ciudadanos", ha remarcado.

En concreto, según ha precisado, el documento aprobado "no impone el bilingüismo completo en las relaciones interadministrativas sino que hace depender el uso de uno u otro idioma de la voluntad del destinatario; también garantiza el derecho a dirigirse en euskera al Ayuntamiento y a ser respondido en el mismo idioma, pero sin la correlativa creación de multitud de puestos de trabajo restringidos a quienes dominan el idioma; y de igual manera se regula el bilingüismo en la imagen municipal de manera equilibrada distinguiendo según los destinos de la información y no de manera indiscriminada como lo hace la norma vigente".

Asimismo, el nuevo texto "adecúa la presencia del euskera en los anuncios publicitarios hasta un 25% del total, más allá incluso del porcentaje de uso, pero se evita la obligatoria presencia al 100% que impone la norma vigente; y configura como opcional la valoración del euskera en la provisión de los puestos de trabajo a diferencia de la norma vigente para la que es obligatoria, además de prever que efectivamente existan puestos que precisen el conocimiento del euskera pero no con carácter general".

SIETE CAPÍTULOS Y 27 ARTÍCULOS

El proyecto de ordenanza se articula en torno a siete capítulos, con 27 artículos, y dos disposiciones adicionales. El texto mantiene que la ciudadanía tiene "derecho a dirigirse al Ayuntamiento tanto en castellano como en euskera". En el caso de que se elija dirigirse por escrito en euskera, "se les responderá de forma bilingüe", cuando antes se hacía solo en castellano.

Asimismo, quienes opten por dirigirse a la administración municipal de forma oral en euskera, "se atenderá en esta lengua" en los puestos en los que se conozcan, como por ejemplo, en registros de atención al público, pero "no en todas las relaciones con la administración, porque entonces lo tendría que saber todo el mundo", ha remarcado Maya.

Por otro lado, el nuevo proyecto de ordenanza señala que la plantilla orgánica del Ayuntamiento determinará los puestos de trabajo en los que se precise el conocimiento del euskera y definirá, en cada caso, el grado de conocimiento del idioma necesario para desarrollar esa labor determinada.

En las convocatorias de personas que el Ayuntamiento realice para puestos sin el perfil de euskera, el conocimiento de esa lengua "podrá ser valorado, como mérito, de manera opcional". La valoración del euskera "podrá ser un 25% mayor que la que se otorgue al conocimiento de cualquiera de los idiomas comunitarios, siempre que así se justifique atendiendo a las características del puesto de trabajo".

En cuanto al paisaje lingüístico, García-Barberena ha explicado que el euskera "no irá delante del castellano" y que ambas lenguas "tendrán idéntica presencia en el paisaje lingüístico, con igual contenido y tamaño". "Con esta normativa se va a poder aplicar con mucha más lógica lo que estamos viendo en muchas rotulaciones en las que se ha dado una preponderancia al euskera sobre el castellano, queremos que sean iguales", ha expuesto Enrique Maya.

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