¿Es suficiente el acuerdo del PSOE con Podemos? Prueba en esta calculadora qué necesitan para una mayoría

El pactómetro tras las elecciones generales del 10-N.
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El pactómetro tras las elecciones generales del 10-N.
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Si las elecciones debían servir para aclarar el panorama, el resultado ha sido el contrario: el escenario de pactos es ahora mucho más endiablado. Tras su victoria de este domingo, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, tiene varias opciones para gobernar, pero las dos más claras le resultan notablemente incómodas. La primera pasa por conseguir el apoyo de Unidas Podemos, Más País, PNV y ERC a su investidura. Y la segunda consiste en convencer al PP de que se abstenga y a Ciudadanos de que lo apoye.

Posibles pactos para el PSOE

Durante la campaña, Sánchez ha rechazado aclarar qué pactos buscará a partir de hoy mismo. Lo único que ha descartado tajantemente (además de cualquier acuerdo con Vox) es poner en marcha una coalición de Gobierno con el PP. Pero no ha excluido la posibilidad de buscar su abstención para desbloquear la formación del Ejecutivo, como ya pidió durante la pasada legislatura fallida.

Posibles pactos tras las elecciones generales

Lo que sí sigue rechazando el PSOE es compartir Consejo de Ministros con Unidas Podemos, una condición que el líder morado, Pablo Iglesias, mantiene como línea roja para dar su apoyo a Sánchez. Los votos de PSOE, Unidas Podemos y Más País, no obstante, no serían suficientes por sí mismos para mantener al presidente en funciones en la Moncloa: juntos sumarían 158 escaños, a 18 de la mayoría absoluta.

Para sacar la investidura adelante, Sánchez necesitaría que a los votos de PSOE, Unidas Podemos y Más País se uniese el apoyo de PNV y ERC (o, dependiendo de lo que hiciera el resto de grupos, al menos la abstención de los republicanos). Sánchez se muestra muy reacio a depender del voto de los independentistas catalanes, especialmente tras el recrudecimiento de la crisis territorial. Y estos, a su vez, tienen mucho más difícil apoyarle cuando tienen unas elecciones autonómicas en el horizonte y tras haber endurecido Sánchez su tono con respecto a Cataluña en las últimas semanas.

El camino por el que ya no podrá optar Sánchez es el del pacto con Ciudadanos, una opción que los socialistas verían con mucha mayor simpatía pero que ya, a diferencia de lo que ocurría en abril, no suma. La debacle del partido de Albert Rivera provoca que un eventual pacto del PSOE con la formación naranja se quedara en 132 diputados, lejos de los 176 que marcan la mayoría absoluta.

Así las cosas, Sánchez retomó anoche el mismo discurso que ya expuso en el debate de candidatos de la semana pasada: como lo más importante es romper el bloqueo, el resto de los partidos deberían ser "responsables" y dejar que gobierne en solitario la lista más votada. Es decir: la suya.

¿Con quién debería pactar Pedro Sánchez tras el 10-N?

Pero el endiablado escenario de pactos dificulta incluso que un pacto entre PSOE y PP baste para este propósito. Y es que, para ser investido, a Sánchez no le bastaría con la abstención de la formación de Pablo Casado: necesitaría también el apoyo expreso de Ciudadanos para superar los votos en contra de la mayor parte de las demás formaciones del Congreso.

La otra opción de Sánchez para gobernar en solitario pasa por que Unidas Podemos renuncie a su pretensión de entrar al Gobierno y, junto a PNV y ERC, ceda al PSOE sus votos gratis o a cambio únicamente de un acuerdo programático. No obstante, Pablo Iglesias ha dejado claro que no se plantea esta posibilidad, y ayer mismo insistió en que "un Gobierno de coalición progresista" es "ahora una necesidad" para "poner freno a la extrema derecha"

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