Una joven pareja con un bebé se encontraba inmersa en una pesadilla: habían pagado 3.000 euros de señal para comprarle al banco una casa de la calle Baloncesto del distrito de Sevilla-Este, El lunes iban a firmar el contrato, pero una pareja de okupas se metió en la casa, frustrando sus sueños, informa ABC. Finalmente, gracias a le presión vecinal, los okupas se han marchado.
Este sábado, los vecinos, en solidaridad con los futuros propietarios, protagonizaron una cacerolada. Ante la protesta, los okupas llamaron a la Policía porque les molestaba el ruido.
Aunque civilmente ya son los propietarios por haber pagado la señal, aún no han firmado el contrato de compraventa, por lo que les han asesorado para que no denunciaran.
La Policía entró a negociar con los okupas, que dijeron que necesitan una casa de esas características porque tienen cuatro hijos, si bien los dueños dicen que no hay niño alguno en la vivienda. Los okupas dijeron que hasta el martes no se iban de la casa, que no tiene luz ni agua.
Finalmente, los okupas se han ido en un coche y una furgoneta que han ido a recogerlos, sin rastro de los cuatro niños que afirmaban tener. Al salir, reprocharon a la propietaria que hubiera contado a la prensa su caso: "Eso no se hace", dijeron, según ABC.
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