Además, critica la "falta de transparencia" de la administración pública en cuanto a las llegadas, los recursos disponibles y alternativas para la acogida, y la utilización de unos protocolos orientados al control de las fronteras y no a la acogida.

En esa línea, apunta que los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) "no son una solución en un Estado de Derecho" y la "falta de libertad" es una "vulneración grave", aparte de que "transmite una visión negativa de las personas migrantes, provocando el rechazo de la ciudadanía".

"El lenguaje utilizado para hablar del fenómeno es despectivo, alarmista y xenófobo, un lenguaje que se reproduce en los medios de comunicación sin tener en cuenta el daño que produce en la imagen del otro", comenta.

Además, la red indica que los fenómenos migratorios "son cíclicos y globales", y por ello, demanda "respuestas y soluciones que deben ser también globales", fomentando medidas en los países de origen que apoyen el desarrollo de la población local.

La red valora la respuesta que la ciudadanía dio "con una acogida inmediata, que aún no siendo en las mejores condiciones, respondió a la necesidad del momento, supliendo la falta de respuesta por parte de la administración pública", y le pide igualmente que salga de la "indiferencia" ante la realidad de exclusión social de las personas migrantes.