La huella del Muro de Berlín que sigue viva en Madrid y que casi borran por error

  • El Parque de Berlín de Madrid alberga tres restos del muro; un día antes de su inauguración, sus pinturas estuvieron a punto de ser borradas accidentalmente por operarios de la limpieza.
  • ​Se cumplen 30 años de la Caída del Muro de Berlín.
  • Álvarez del Manzano, que fuera alcalde de Madrid entre 1991 y 2003, ha recordado con 20minutos aquel momento histórico.
Tres piezas del Muro de Berlín en la fuente del madrileño parque.
Tres piezas del Muro de Berlín en la fuente del madrileño parque.
GUIA REPSOL
Tres piezas del Muro de Berlín en la fuente del madrileño parque.

Cuando el Muro de Berlín fue destruido el 9 de noviembre de 1989, se supo que acababa de abrirse una nueva etapa en la historia: por fin, y después de casi tres décadas dividiendo la ciudad, iba a producirse la paz y tener lugar la reunificación de las dos Alemanias.

Aquel muro es recordado como el símbolo que marcó una profunda división en la sociedad, y que finalmente, logró ser derribado para sellar una libertad que culminó con la unión de la actual Alemania.

De los restos del muro hay tres partes en la capital española. Madrid los alberga en el Parque de Berlín, lugar en el que permanecen guardados, dentro de una fuente principal. Este diario ha tenido ocasión de recordar dicha época con José María Álvarez del Manzano, quien fue alcalde de Madrid con el Partido Popular entre 1991 y 2003 y teniente de alcalde en la capital cuando aquellos restos llegaron a la ciudad.

Según cuenta, quien lo propuso fue su predecesor en la alcaldía de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún, y que él también colaboró activamente, pues traer aquellos trozos del muro a la capital le pareció "una muy buena idea".

"Desde el primer momento tuvo impacto, la gente fue a verlo, con curiosidad, era realmente interesante saber que había un trozo del Muro de Berlín allí", recuerda Álvarez del Manzano. "Madrid se hizo solidaria con la idea de lo que significó el derribo del muro". 

Casi borran las pintadas del muro por error

El Ayuntamiento de Madrid había logrado que la capital española tuviera tres restos del muro, los cuales, que fueron traídos por 9 millones de pesetas (unos 54.000 euros actuales) iban a ser inaugurados justo el día en que se cumplía un año de su caída, el 9 de noviembre de 1990. Sin embargo, el día anterior ocurrió algo inesperado y a la vez, un tanto peculiar. 

Álvarez del Manzano, teniente de alcalde por aquel entonces, recibió una llamada del responsable de los servicios de limpieza, quien le explicó que los operarios estaban despintando los trozos del muro. La causa se debió a que el Ayuntamiento estaba emprendiendo por aquel entonces una operación para eliminar pintadas en muros y lugares de carácter histórico; los operarios de limpieza confundieron con graffitis aquellas pintadas que en realidad habían sido realizadas por los propios alemanes cuando el muro aún estaba en pie.

Sin poder creerlo, Álvarez del Manzano se apresuró a llamar por teléfono y dio la orden de que interrumpieran la limpieza de aquel muro: "No había orden de quitar esas pintadas. Se había ordenado quitar con rigurosidad la pintura de los muros de Madrid, y en cuanto vieron allí un muro con muchas pintadas procedieron a limpiarlo. Lo paramos a tiempo", recuerda Álvarez del Manzano aquel curioso momento que, 29 años después, queda en una anécdota sumamente peculiar.

La división alemana que duró 28 años hasta la caída del muro

La Alemania que hoy conocemos se partió en dos tras la construcción del Muro de Berlín: la RFA (República Federal Alemana), y la RDA (República Democrática Alemana). Fue esta última, con un gobierno de cáracter comunista y totalmente opuesto a las ideas de la RFA, la que promovió la construcción de un muro que dividió Berlín en dos, al cual llamó "Muro de Protección Antifascista". 

La repercusión de que llegaran tres trozos de ese muro a Madrid meses después de su caída, según asegura Álvarez del Manzano, es "el reflejo de que Madrid es una ciudad abierta y que está en contra de todo lo que signifique el comunismo y la dictadura que significaba aquel muro". Y añade, "ese es el reflejo de lo que significa nuestra ciudad: una ciudad abierta y libre".

Un control riguroso que mostraba la profunda división

José María Álvarez del Manzano tuvo ocasión de contemplar el Muro de Berlín tiempo antes de que terminara cayendo. 

"Era tremendo ver a familias despidiéndose desde ambos lados del muro, era lamentable aquella situación", asegura.

Además, recuerda que existía una prohibición en el Berlín oriental de llevar dinero del lado occidental. Él, que primero vio el muro yendo en coche, quiso volver solo en metro. Llevó algo de dinero en el bolsillo y en el metro le pararon, donde estuvieron examinándole. "Al final, no pasó nada", dice tras recordar aquel instante.

La liberación de una Alemania dividida durante años

La importancia mundial de la caída del Muro de Berlín fue inmensa. Mientras el gobierno comunista de la RDA sufrió una derrota letal, el mundo occidental celebró con alegría la posibilidad de la reconciliación alemana en una época donde la Guerra Fría ya estaba llegando a su fin. 

"Una de las mayores alegrías que hemos tenido en el mundo occidental fue el derribo del Muro de Berlín; me parece que era pensar en la liberación de los alemanes y la derrota del comunismo".

Eso, asegura José María Álvarez del Manzano, alcalde de Madrid durante más de una década, y ya retirado de la actividad política a sus 82 años, "fue lo más satisfactorio".

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