La espiral de violencia que vive México desde hace más de una década parece no tener fin. Las últimas víctimas son varios miembros de la familia LeBarón, una célebre comunidad mormona de origen estadounidense con un largo historial de activismo contra la violencia y los secuestros en el país azteca.

La Fiscalía de Chihuahua, donde ha ocurrido el suceso, no ha confirmado el número de víctimas, pero varios medios locales e internacionales hablan de al menos nueve fallecidos, de los cuales seis serían menores de edad.

Según han narrado dos familiares de las víctimas al diario mexicano El Universal, un convoy formado por tres mujeres y sus 14 hijos, distribuidos en tres coches fue emboscado en un punto indeterminado cercano a la localidad de Bavispe, localidad próxima a la frontera entre los estados de Sonora y Chihuahua. 

Uno de los vehículos sufrió un pinchazo que obligó a otro coche de la caravana a rehacer su camino para buscar una rueda de repuesto. Cuando este regresó, recoge la publicación, se encontró con los cuerpos calcinados de los ocupantes de los otros dos y sus pasajeros fueron recibidos a balazos por lo que tuvieron que huir.

En la escapada, siempre según la versión de los familiares, dos mujeres y seis de los niños murieron abatidos en el tiroteo y otros cinco niños lograron huir aunque se encuentran en paradero desconocido.

Según informa la BBC, varios de los fallecidos podrían tener la doble nacionalidad estadounidense-mexicana. El embajador de EEUU en México, que se ha desplazado a Sonora ha afirmado estar siguiendo "muy de cerca la situación".

Hasta el momento, la Fiscalía solo ha confirmado que se trata de "tres vehículos que fueron blanco de la agresión por parte de grupos criminales en los que habrían víctimas, principalmente, mujeres y niños", pero no ha aportado más información. 

Activistas contra la violencia

La familia Lebaron forma una comunidad mormona de cercana a los 2.000 habitantes situada a unos 300 kilómetros de la frontera estadounidense. Son muy conocidos en el lugar, pero su nombre saltó a la actualidad nacional cuando en 2009 se negaron a pagar cuando unos sicarios secuestraron a uno de sus vástagos. Poco tiempo después, dos jóvenes pertenecientes a la comunidad fueron asesinados por sicarios.

Desde entonces, los Lebaron han llevado a cabo una destacada labor de activismo contra la violencia y los secuestros en México, de ahí que se especule con que sean sicarios de alguno de los cárteles que operan en la región los autores de la masacre.