La UV recibe ayudas de 3 millones para infraestructuras científicas de apoyo a la investigación experimental

El Ministerio de Ciencia, Innovación e Universidades acaba de conceder ayudas a la Universitat de València (UV) por valor de casi tres millones de euros para la adquisición de seis nuevas infraestructuras científicas destinadas al Servei Central de Suport a la Investigació Experimental (SCSIE). El SCSIE cuenta con equipamientos de apoyo a la investigación universitaria en diferentes áreas de conocimiento.
Edificio de investigación de la Universitat de València
Edificio de investigación de la Universitat de València
UVEG
Edificio de investigación de la Universitat de València

Las ayudas proceden del Subprograma de Infraestructuras de Investigación y Equipamiento Científico-Técnico del Programa Estatal de Generación de Conocimiento y Fortalecimiento Científico y Tecnológico del Sistema de I+D+i, dentro del marco del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación 2017-2020, explica la institución académica a través de un comunicado.

Se trata de seis nuevas infraestructuras que llegan asociadas a sendos proyectos de investigación liderados por científicos y científicas de esta institución académica. Así, la Universitat ampliará y mejorará su Servicio de Producción y Experimentación Animal en el Campus de Burjassot para ofrecer a los investigadores nuevas instalaciones que permitirán ampliar los objetivos de sus proyectos de investigación.

Los investigadores dispondrán, por ejemplo, de nuevos laboratorios para estudios de comportamiento y de espacios destinados a la instalación futura de equipos de imagen in vivo. Este proyecto, dotado con mas de 700.000 euros, está liderado por la catedrática de Biología Celular Isabel Fariñas y ha sido avalado por 19 grupos de investigación de la Universitat.

Esta dotación, así como las concedidas a los proyectos liderados por la catedrática de Botánica, Eva Barreno, y el catedrático de Genética, Juan Ferré, -financiados con 800.000 euros cada una- acapara gran parte de las ayudas concedidas por el Ministerio en la presente convocatoria.

La Universitat incorporará un nuevo microscopio electrónico FIB-SEM que supondrá un salto cualitativo respecto a la microscopia de barrido convencional, al permitir el estudio de estructuras tridimensionales en alta resolución. Esta tecnología tiene aplicación en áreas tan diversas como la biología, la neurociencia, los semiconductores o la nanoelectrónica, entre otras.

También se mejorará la plataforma proteómica del SCSIE, que da soporte a numerosos investigadores tanto de la Universitat de València como de centros externos públicos y privados dentro y fuera de España. En este sentido se adquirirán dos nuevos y avanzados espectrómetros de masas que ampliarán las prestaciones de los instrumentos actuales.

ANÁLISIS GENÓMICO

Más de 180.000 euros irán destinados al desarrollo de aplicaciones de análisis genómico y transcriptómico de célula única, que proporcionan una nueva perspectiva para profundizar en el conocimiento de los organismos y sistemas biológicos. Las tecnologías de análisis multi-ómico de célula única permiten alcanzar una resolución de los procesos biológicos sin precedentes y de gran impacto en biología y medicina. El nuevo equipamiento, liderado por la catedrática de genética Amparo Latorre, se instalará en la sección de Genómica del SCSIE y estará accesible, como el resto de equipamiento del Servicio, a los grupos que la requieran.

Asociadas a proyectos liderados por el catedrático de Química Inorgánica Carlos J. Gómez-García y por la bioquímica e investigadora 'Ramón y Cajal' Patricia Casino, llegan otras dos ayudas para equipamiento por valor de 132.000 y 211.000 euros respectivamente. Gracias al primero de estos proyectos, el SCSIE dispondrá de recursos para el análisis de iones permitiendo la especiación de elementos químicos y facilitará la realización de síntesis y extracciones en el horno de microondas de alta presión.

Con el segundo equipo se dispondrá de una herramienta para implementar la criomicroscopía electrónica, una técnica que ha revolucionado la biología estructural al hacer posible la visualización, a resolución casi atómica, de macromoléculas con cantidades ínfimas de muestra pura y sin requerir cristalización.

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