Poco a poco, la tendencia a denunciar va en aumento. A lo largo de 2007, 120.319 personas solicitaron información, un 1,2 % más que el año anterior.

Las irregularidades en la prestación del servicio, el supuesto incumplimiento del contrato y posibles fallos en las facturas son las deficiencias que causan más problemas a los usuarios.

El arbitraje es uno de los métodos más comunes por los que se pueden solucionar conflictos entre cliente y proveedor sin necesidad de hacer un juicio. El año pasado se interpusieron 1.496 solicitudes de arbitraje y se resolvieron 1.145 expedientes.

De estas reclamaciones, más de la mitad correspondían con el sector de las telecomunicaciones. La dificultad de cambiarse de compañía o la contratación de ofertas que nunca llegan a cumplirse son dos de los problemas más frecuentes entre los usuarios.

Además de la denuncia privada, la Administración tiene herramientas para velar por los derechos de los consumidores. La Dirección General de Consumo realizó el año pasado 34.163 inspecciones, de las que el 5,6 % mostraron aspectos que los comercios tenían que subsanar, hasta los 1.810 casos.

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