Este dato contrasta con el déficit del 0,26 por ciento del PIB registrado en agosto de 2018, cuando la cifra alcanzaba los 22 millones de euros.

El conjunto de las autonomías registraban en agosto un déficit público del 0,21 por ciento, con un total de 2.576 millones de euros en los primeros ocho meses del año, frente al superávit de 1.092 millones de euros (0,09 por ciento) que registraron en el mismo periodo del año pasado.

Pese a ese dato general, cinco comunidades arrojaban en agosto superávit frente a las diez del año pasado en esta situación. Se trata de Canarias (1,3 por ciento de superávit), País Vasco (0,63), Navarra y Baleares (0,16) y La Rioja (0,06 por ciento).

Otro grupo de autonomías cerraron ese mes con déficit, pero dentro del objetivo del 0,3 que tienen que cumplir en 2019. Son Galicia (0,33), Andalucía (0,19), Asturias (0,17), Baleares (0,16), Cataluña (0,13) y Madrid (0,09).

El resto superaba ya en agosto el objetivo anual y en algún caso, muy ampliamente. Extremadura presentaba un déficit cinco veces superior (1,57), seguida de Castilla-La Mancha (1 por ciento), Murcia (0,95 por ciento), Comunidad Valenciana (0,77), Castilla y León (0,67 por ciento), Cantabria (0,63 por ciento) y Aragón (0,56).

CRECE EL GASTO EN FUNCIONARIOS Y CONCIERTOS SOCIALES

Los ingresos de las Comunidades aumentaron hasta ese mes un 2,2 por ciento, aunque apunta Hacienda que se trata de una comparativa no homogénea. El gasto no financiero creció un 5,4, en especial la remuneración de asalariados, que creció el 6,1 por ciento, cifra ya homogénea al incorporar en ambos ejercicios el impacto de la subida salarial (del 1,75 en 2018 y del 2,5 en 2019).

Las transferencias sociales en especie crecen un 3,7 por ciento, destacando el aumento del gasto en conciertos sanitarios (4,9 por ciento) y en conciertos educativos (4,3 por ciento), entre otros.