La Fiscalía pide para Benabad cuatro años de cárcel y una multa de 6.500 euros. Los otros acusados son un empresario con el que se asoció, para el que se piden dos años y medio de cárcel y una multa de 4.300 euros, y la mujer de éste, para la que el fiscal pide nueve meses de cárcel y multa de 2.100 euros.

En su escrito, la Fiscalía detalla que Benabad y su socio constituyeron una mercantil con domicilio social en la ciudad de Plovdiv, en Bulgaria. En 2009, el socio convenció a su propio tío para que invirtiera en propiedades inmobiliarias en Bulgaria durante una comida familiar, y éste suscribió un contrato de compra de un piso en un edificio pendiente de construir en la ciudad búlgara de Ahtopol por 100.000 euros.

Según el fiscal, entregó a los acusados 68.000 euros, y en la firma del contrato estuvo la coacusada, que trabajaba para la mercantil. La Fiscalía sostiene que esta cantidad no fue invertida en la construcción del edificio, sino que los acusados la utilizaron "para su propio uso y disfrute".

La entrega del piso debía producirse en febrero de 2010, pero nunca se produjo. De hecho, para cuando se interpuso la querella, en noviembre de 2016, el piso todavía no se había construido. El perjudicado tuvo que suscribir un préstamo hipotecando su vivienda habitual para poder afrontar los pagos.

Por ello, la Fiscalía reclama que devuelvan los 68.000 euros al perjudicado mediante indemnización. En cuanto a las penas de cárcel, en el caso de Marcos Benabad aprecia la circunstancia agravante de reincidencia, puesto que ha sido condenado anteriormente por estafa.