Francisco Franco fue exhumado el pasado jueves de su mausoleo en el Valle de los Caídos. Pero si para algunos éste hecho ha significado el final de una etapa, una de las primeras fue la sublevación que dio origen a la Guerra Civil española. En los primeros compases de la misma, hubo un protagonista olvidado: Ricardo de la Puente Bahamonde, primo del dictador, que fue fusilado en los primeros compases de la confrontación.

Cuenta el diario ABC en un reportaje que la relación entre ambos primos era muy estrecha, hasta el punto que Pilar Jaraiz relata en su libro Historia de una disidencia que "eran más hermanos que primos". Eso sí, estaban enfrentados por sus ideologías, hasta el punto de que en 1934, Franco llegó a decirle a su primo: "Un día voy a tener que fusilarte". Su amenaza se cumplió el 4 de agosto de 1936.

Nacido en Ferrol en 1895, Ricardo de la Puente era también hijo de capitán de la Armada y a los 16 años ingresó en la Academia de Ingenieros de Guadalajara. En 1915 fue ascendido a teniente. En 1920, pasaba a la Comandancia de Ingenieros de Larache y era ascendido a capitán. 

A partir de 1924 su carrera se vincula a la aeronáutica: estuvo destinado en las escuadrillas expedicionarias en Marruecos y participó en el desembarco de Alhucemas.

En julio de 1934 fue ascendido a comandante y se le dio el mando de la base aérea de Getafe. Ese año estalló la revolución minera de Asturias y bombardeó a los mineros sublevados desde un avión Fokker. Esta acción le mereció un castigo. Al parecer, fue su primo Francisco el que sugirió su relevo cuando era asesor del Ministerio de Guerra. 

En abril de 1936 fue ascendido y se le encomendó el mando de las fuerzas aéreas en el Norte de África, con sede en Sania Ramel, cerca de Tetuán. Estaba allí cuando el 18 de julio se produjo el golpe de Estado dirigido por su primo. Ricardo de la Puente se opuso al levantamiento. Fue el único mando militar que lo hizo en el protectorado de Marruecos.

Ricardo de la Puente se mantuvo fiel a la República y se acuarteló en la base aérea, pese a que sabía que su primo aterrizaría en Sania Ramel a bordo del mítico avión 'Dragon Rapide'. Montó defensas en previsión de la llegada de los sublevados y recibió el aviso de que desde Madrid le iban a mandar aviones de refuerzo. Pero antes de que los refuerzos llegaran recibió el aviso del jefe de la sublevación en Tetuán, el teniente coronel Sáenz de Buruaga, que le pidió que depusiera su actitud.

Si los aviones de refuerzo hubieran llegado a tiempo, quizá el curso de la historia hubiera cambiado y la guerra no se hubiera desarrollado. El caso es que en unos minutos, el aeródromo de Sania Ramel cayó en manos de los sublevados. De la Puente se rindió y fue trasladado a la fortaleza militar de Monte Hacho, en Ceuta. 

El 2 de agosto, ya con Franco en Marruecos, se celebró un consejo de guerra y De la Puente fue condenado a muerte. La orden la firmó el general Orgaz, no así Franco, aunque no hizo ningún intento por frenar la ejecución, que se llevó a cabo por fusilamiento a las cinco de la tarde del 4 de agosto, en los muros exteriores de la fortaleza del Monte Hacho.